Todos
conocemos que es de mucha importancia
construir visiones de futuro como un insumo vital para elaborar estrategias de
desarrollo y un diseño de políticas de gobierno regional que correspondan al
interés, las esperanzas, exigencias y hasta las ambiciones de todos los
apurimeños. Es decir, lo que en todas
las sociedades viene a llamarse: “El
bien común”.
Esta
visión de futuro se construye sobre las bases de nuestras raíces históricas,
que en suma es la sabia de la que se nutre nuestras aspiraciones, y lo que
todos juntos deseamos del porvenir, es decir: nuestra Utopía; aquel lugar que
no existe, pero que en estos tiempos se puede construir por medio
de instrumentos racionales y tecnológicos que nos permitan conjugar la libertad de la
imaginación con la disciplina de la razón, para que el futuro deseado se torne
en una meta posible.
Las
únicas visiones que tenemos de Apurímac, son las monsergas escritas
probablemente con buena intensión en los documentos oficiales, que con mucho
gasto y poco seso, se construyen dentro de la burocracia regional, donde se
plasman una serie casi inacabable de alucinadas propuestas; los que luego por
el solo afán de imprimir un nuevo documento, la gestión posterior, lo modifica
a veces tan solamente cambiándole de fecha. Así tenemos la visión que nos
ofrece el “Plan de Desarrollo Regional Concertado al 2021”
“Visión
Apurímac al
2021 es una región integrada y descentralizada con una sola identidad regional
andina y moderna surgida del diálogo intercultural de sus pueblos, quiénes han
alcanzado unidad para construir su desarrollo basado en una economía
competitiva desde su producción agroecológica, pecuaria, de sus potencialidades
turísticas y el uso responsable de sus recursos naturales, en una sociedad con
paz y buen gobierno, justa y solidaria, que promueve el desarrollo humano
sostenible”
Estas prédicas
parecen salidas de una inspiración
poética. "Identidad regional andina", diálogo intercultural",
recién el 2021 se podrá "construir
el desarrollo", "paz y buen gobierno" pero sin liquidar la
corrupción, etc.
Cuando en
verdad lo que necesitamos es desarrollar todos los temas del quehacer
apurimeño, enfocados desde una visión crítica de la historia nacional y dentro
de parámetros científicos, políticos, sociales y económicos con la finalidad de
hallar nuevos criterios para formar nuestra identidad histórica desde una
visión retrospectiva valorativa de los grandes sucesos que formaron la sociedad
apurimeña. A partir de esta nueva propuesta recién podremos trazarnos las
acciones necesarias para construir una real visión de futuro, bajo estos
objetivos generales:
a)
Analizar el proceso del
desarrollo histórico de Apurímac en temas de contenido socio-económico.
b)
Identificar los momentos
históricos de las transformaciones estructurales que afectaron a la región y su
significación en el contexto político.
c)
Relacionar el desarrollo
regional con el desarrollo nacional y los ejes de dicho proceso.
d)
Proponernos diferenciar
cultural e ideológicamente cada época (colonia, republica, creación y
existencia legal del departamento de Apurímac, la Reforma Agraria, la violencia
político social de los años 80', el proceso de descentralización y
regionalización, la irrupción del capital extranjero en la gran minería)
Y esto pasa
por hacer un trabajo serio en la recopilación de la documentación –que si
existe- para por fin tener:
- Una visión panorámica de la historia pre hispánica;
- Un estudio de la dependencia colonial y su herencia;
- Comprender la participación de la región en la independencia nacional y en la formación de la conciencia nacional.
- Conocer el impacto de las frustraciones nacionales de la república en la economía y en la conciencia regional.
Y por ello
necesitamos asomarnos a sondear nuestra historia apurimeña desde el periodo pre
inca, los incas y su aporte cultural, moral y tecnológico, así como el manejo
de su economía social y humana.
También
necesitamos aprender y comprender al Virreinato del Perú y sus consecuencias
mentales y sociales; todo el proceso de colonización estructural dentro de la
región y su herencia. La contribución de Apurímac en las luchas por la
emancipación y la formación de la conciencia nacional. Su desarrollo
ideológico, político, económico y social.
Y más
contemporáneamente necesitamos conocer esta nueva república y sus actores.
La ingobernabilidad regional y sus
consecuencias. Las manifestaciones neocoloniales y las luchas políticas e
ideológicas en torno a los procesos de descentralización y regionalización y
otros tantos temas que muy seriamente deben importarnos mucho para por fin
tener, aunque se aproximadamente, una visión histórica de nuestra tierra.
Solo de este
modo podríamos acceder a un análisis
crítico de nuestra historia y solo así podríamos manejar una herramienta que podría
aportarnos una visión globalizada dentro de la problemática nacional y que nos
generaría la formación de una conciencia de responsabilidad ciudadana para que nuestro aporte personal, laboral y
profesional sea un instrumento más efectivo para el mejoramiento de la
inversión pública y los recursos que llegarán por el Canon Minero y las
Regalías Mineras. En caso contrario solo tendríamos la torpe visión de unos
cuantos “iluminados”
burócratas que como ciegos lazarillos, nos seguirían conduciendo hasta los
precipicios de sus abotagadas mentes
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