viernes, 11 de abril de 2014

PARA QUE SIRVEN LOS CONSEJEROS REGIONALES


Según el artículo 16º de la Ley Nº 27867, Ley Orgánica de Gobiernos Regionales, los Consejeros Regionales tienen los siguientes derechos y obligaciones: “a. Proponer normas y acuerdos regionales; b. Fiscalizar los actos de los órganos de dirección y administración del Gobierno Regional u otros de interés general; c. Integrar las comisiones ordinarias, investigadoras o especiales;  d. Asistir a las sesiones del Consejo Regional y Comisiones correspondientes con derecho a voz y voto; y,  e. Las demás que le sean asignados por Ley o por el Consejo Regional”.
Pero en los doce últimos años, qué han hecho los Consejeros Regionales elegidos dentro de los mandatos de Luis Barra, David Salazar y Elías Segovia, con arreglo a lo señalado por este artículo 16º, que justifique el hecho de haber tenido el honor de estar situado en tan prominentes cargos por mandato del pueblo de las provincias que representan o, por lo menos que justifique los más de 2 millones de soles en dietas, viáticos, etc., que el Estado Peruano ha gastado en estos 21 inútiles que además, en muchos casos, seguían trabajando para el mismo Estado.
Para conocer su utilidad remunerada, veamos que han hecho  con arreglo a ley:
1.a. Proponer normas y acuerdos regionales; que se sepa no han propuesto ninguna norma regional que beneficie directamente al pueblo y menos aun a sus propios electores, pues se han limitado a aprobar algunos documentos de gestión del aparato burocrático del Gobierno Regional como Reglamentos de Organización y Funciones – ROFs, algunos Textos Únicos de Procedimientos Administrativos – TUPAS, Cuadro de Asignación de Personal – CAPs., aprobación del Presupuesto Institucional de Apertura – PIA y de algún que otro documento sobre planes de desarrollo de los Sectores y otras huachaferías intrascendentes como eso de rendir homenajes, mandar saludos, declarar fiestas patronales, que de cajón deben aprobarse, y que en su mayor parte han sido plagiados por las oficinas de planificación de las diferentes dependencias del Gobierno Regional de otros documentos similares que se publican en el Internet, los que son  aprobados de buenas a primeras sin siquiera darse el trabajo de leerlos y debatirlos, aunque este ejercicio también resultaría inútil, porque jamás llegarían a entender de que se trata toda esa papeluchería, mucho menos podrían darse por enterados que por medio de  alguno de esos documentos,  se está montando un artificio “legal” para que muchos actos de corrupción y hasta delitos, se disfracen de legales como es el caso de la Ordenanza Regional que subrepticiamente creó el FORPRAP, vía malversación de fondos,  y que por ser un hecho delictivo, ni  siquiera lo han “colgado” en su Web.
2. b. Fiscalizar los actos de los órganos de dirección y administración del Gobierno Regional u otros de interés general; un síntoma de que no han hecho nada de nada, es que dentro de la administración regional han surgido cacicazgos y mafias que trafican con las adquisiciones y contrataciones de bienes y servicios, como la de PROCOMPITE, la instalada en todas las Gerencias Regionales, la que montó y controló el  puneño que estuvo a cargo de la Dirección Regional Agraria de Apurímac y las muchísimas que se denuncian documentariamente por los medios de comunicación. Si solo hubieran aprobado un dispositivo regional que obligue a todos los funcionarios a contratar personal previo concurso de méritos, muchos talentosos jóvenes apurimeños estarían con empleo y sirviendo mejor a la región, pero  la cosa no va por ahí, porque como tienen la sartén por el mango, solo se debe contratar a las personas que ordena el Presidente, los Gerentes Regionales y los Consejeros Regionales.
A propósito de esto: ¿Quién controla a los Consejeros? Nadie. ¿Tienen la obligación de presentar  los resultados de su quehacer? No. ¿Tienen capacidad jurídica para presentar denuncias ante el Ministerio Público contra el Presidente Regional, el Vicepresidente, los Gerentes Regionales y los Directores Regionales Sectoriales? Sí, pero como no es parte de sus obligaciones no lo hacen porque no quieren tener como enemigos a los peligrosos mafiosos que controlan la cosa pública. Además no vale la pena hacerse gratuitamente "la mala sangre", si están compartiendo con ellos todo lo que están saqueando, que en muchos casos triplica la miserable dietita que se percibe.
“Un botón basta de muestra”, dice el adagio popular. No satisfecha con lo que gana por hacer nada, echando por la borda la confianza que le otorgó un pueblo   abandonado y sumido en la extrema pobreza, una provincia  donde la  población campesina no tiene futuro porque se lo han quitado las grandes empresas mineras y los mineros informales e ilegales, la Consejera por Antabamba, Rusby Zela se ha conseguido un trabajito por la modalidad de CAS en la Oficina Descentralizada de Defensa Civil, a la que tendrá que dedicarse a tiempo completo; pero ni tonta ni perezosa, pues se dará su tiempito para asistir a las inútiles sesiones del Consejo Regional para seguir ganando su jugosa dieta. Eso si es comer  a dos cachetes, y para decir que su labor de Consejera no vale para nada, señaló a un medio local impreso: “En cuanto a su rol de fiscalización del Gobierno Regional de Apurímac, Zela Anamaría, dijo que no bajará la guardia, aunque muchas veces sus denuncias e investigaciones han caído en saco roto, porque el ejecutivo no implementó debidamente las observaciones y  recomendaciones dadas por el Consejo”. O sea que se ha cansado de pelear con las mafias instaladas en el gobierno regional dentro del juego que ellos mismos  han inventado junto con todos sus compinches consejeros; pero  jamás, dentro de sus facultades legales ha formulado denuncias penales en contra de todos estos facinerosos, cuando estas investigaciones le han señalado que se trataba de la comisión de flagrantes delitos,  y ella misma cometiendo el delito de omisión de denuncia tipificado por el artículo 407º del Código Penal, se ha callado en mil idiomas. Tampoco ha hecho un informe público que gratuitamente puede publicarse en la Web, donde señale detalladamente que fue eso que dice que Elías Segovia Ruiz y las mafias están obstruyendo. La verdad de los hechos es que esta fulanita se ha comportado igual que todos los otros 21 ociosos que han ganado dineros de todos los peruanos con el cuento de ser Consejeros Regionales,  aunque ésta un poco más atrevida, nos quiera hacer creer que sirvió para algo que en definitiva no sirvió. Este hecho confirma que los Consejeros Regionales no sirven para nada, porque ellos mismos pueden prescindir de este adefesioso quehacer, pero sin renunciar a la rentabilidad y los privilegios sociales de este inútil cargo. 
3. c. Integrar las comisiones ordinarias, investigadoras o especiales; que se sepa hasta la fecha no se ha instalado ni funcionado ninguna comisión investigadora de la actual gestión, pese a que es vox populi, los actos de corrupción que se producen  en PROCOMPITE, la Dirección Agraria de Apurímac, los gastos que hizo Elías Segovia Ruiz para procurar que una empresa privada se haga con la concesión del teleférico a Choquequirao, -o es que la empresa ganadora le ha pagado todas las movidas que tuvo que hacer para que las cosas salgan a su favor.- En fin, todo lo que está sucediendo a la vista de todos los apurimeños en otros organismos y que conocen perfectamente los actuales sordos-ciegos-mudos Consejeros.
Si se han instalado dos o tres Comisiones Investigadoras, no se conoce en absoluto su quehacer, ni los resultados de sus pesquisas, ni mucho menos las sanciones judiciales y administrativas que hayan podido recaer sobre los hallados responsables. O es que todos los investigados están limpios de polvo y paja, o es que las comisiones son muy “buenitas”. En esta materia, lo cierto es que si a estos inútiles le damos el trabajo de cuidar tortugas, se les escapan.
4. d. Asistir a las sesiones del Consejo Regional y Comisiones correspondientes con derecho a voz y voto; solo eso hacen por temor a la vacancia, y solo por eso ganan.
5. e. Las demás que le sean asignados por Ley o por el Consejo Regional; no se ha promulgado ninguna ley que amplíe las funciones de estos ociosos, ni mucho menos dentro del Consejo Regional se han asignado ningún trabajo especial, más que salirse de paseo a otros países.
Sumado a esto, está el hecho real que a estos mentecatos para ganar puntualmente sus dietas solo les hace falta asistir a la reuniones del Consejo Regional y dentro de las mismas, resulta igual estarse callados o hablar hasta por los codos, aunque a veces el silencio es más cómodo; dentro de las Comisiones Investigadoras les resulta igual hacer  o no hacer nada, porque no están obligados a producir nada de nada y si a lo sumo producen alguito, no están obligados a que ese arduo trabajo sea útil o inútil, sea bueno o malo o sea racional o irracional. Porque, como ya tenemos dicho, finalmente solo se limitarán a aprobar lo que la burocracia regional les tiene preparado de antemano.  ¡Qué buena chamba es esa!
Por la lectura de la documentación que genera el Consejo Regional se puede entrever que no tiene mayor importancia para los fines del desarrollo de la Región, pues los documentos de gestión los puede aprobar directamente la presidencia regional y no por eso carecerían de valor legal, las comisiones investigadoras pueden ser asumidas por el organismo técnico en materia contralora como la Oficina de Control Interno – OCI o el área descentralizada de la Contraloría General de la República, o en caso de la comisión de delitos por el Ministerio Público; ya que su capacidad legisladora está jurídicamente castrada, y por eso en absoluto pueden impulsar desde su ocioso quehacer la ejecución de una obra, un programa o un proyecto especial, ni mucho menos pueden crear mecanismos que generen recursos que incrementen el presupuesto regional como crear impuestos, todas estas importantes atribuciones son funciones exclusivas y excluyentes del Congreso de la República, y si existe un Consejo Regional,  es solo para que el aparato burocrático regional tenga el nombre de Gobierno y se perciba el espejismo de la existencia de un poder ejecutivo y un poder legislativo que lo gobierna y fiscaliza.
Entonces si esto es así, no sirven para nada, pero si se dan el pisto de ser grandes personajes. Un poco más y te hacen creer que son la sabia que nutre el desarrollo de la región. El alma pura e invicta de Apurímac. Los que sustentan sobre sus hombros la prosperidad y la felicidad de todos los apurimeños.
Debería crearse dentro de la sociedad civil un mecanismo más eficaz para controlar el quehacer de todos nuestros facinerosos políticos provinciales, venidos a funcionarios públicos.   

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