El populismo
es el uso de medidas de gobierno populares, destinadas a ganar la simpatía de
la población, particularmente si ésta posee derecho a voto, aún a costa de
tomar medidas contrarias al estado democrático, es decir, a lograr el bienestar
de toda la colectividad. Su objetivo primordial no es transformar profundamente
las estructuras y relaciones sociales, económicas y políticas, que en muchos
casos los demagogos y manipuladores tratan de evitarlo, sino preservar el poder
y la hegemonía política a través de ganar “popularidad” entre las masas para
asaltar el poder o mantenerlo.
Estos
movimientos populistas aparentemente otorgan a amplias capas de la población,
beneficios limitados o soluciones a corto plazo que no ponen en peligro el
orden social vigente, ni les otorgan a los ciudadanos capacidades reales de
autodeterminación, pero que sirven para que eleven o mantengan la popularidad
de los caudillos, reforzando su poder.
“Los discursos
oficiales de estos regímenes y movimientos deben ser digeribles y del buen
agrado de la población en general (para darle seguridad y satisfacción) por lo
que no apelan a ideologías definidas e incluso pueden tener tintes más o menos
conservadores y hasta reaccionarios, pero siempre carismáticos. Se diferencia
de la demagogia porque se refiere no sólo a discursos, sino también a acciones.
Así, se la puede entender como una táctica de uso limitado, o bien como una
forma permanente de hacer política y permanecer en el poder”.
Los gobiernos
populistas nacionales más importantes de Sudamérica están instalados hace buen
tiempo en Venezuela, Brasil, Bolivia, Ecuador
y en menor medida en Argentina y Perú, siempre haciendo uso de los
ingresos por la explotación de sus recursos naturales o de la súper producción
de algunos productos alimenticios y con buena demanda en los mercados
internacionales (carne, soya, etc.)
Eso es a
grandes rasgos lo que se entiende por populismo dentro del contexto de una
nación.
Pero de que
puede servir el populismo en una región tan pobre como Apurímac, y que además
venga acompañada de un discurso mentiroso y megalómano, destinado a maquillar a
destiempo una gestión administrativa que hizo agua desde un principio y acabó
siendo incapaz y corrupta, y para el colmo de lo absurdo y surrealista esté
empeñada en solicitar el voto de los apurimeños
para una eventual reelección, bajo la promesa de que el año entrante
vendrán más, y mejores cosas que recibir, porque obras no habrán.
En los últimos
días, con la alharaca y el cacareo de nuestros periodistas locales hemos
asistido a un populachero espectáculo de donación de unos cuantos ganados
vacunos, chanchos, laptops y probablemente otros animales y enseres más, que no
tenemos la obligación de saber, por parte del Presidente del Gobierno Regional,
Elías Segovia Ruiz, que de beneficiar beneficia como los cincuenta céntimos o
un sol que le obsequiamos a los mendigos de la ciudad los días sábados. “Que
los va a ser adinerados, no; pero que les va servir para comprarse un pan y
mitigar su hambre por algunas horas, sí!
De este mismo
modo, con dineros del Estado Peruano, porque Elías Segovia no regala nada, más
bien gana y muy bien del mismo Estado, en tiempos de Fujimori -su patrón el
chinito que robaba más de lo que regalaba- a través del FONAFOG, en las ferias
agropecuarias de Abancay y Andahuaylas y durante varios años, "se
obsequiaron" cientos de vacunos de las razas Brown swiss y Holstein, pero
a los pocos años caímos en la cuenta que con ese apoyo no se puede lograr las
varias cuencas lecheras y cárnicas que
necesita la región para luchar contra la desnutrición crónica infantil que la
azota, porque precisamente se regalaron
en las mismas condiciones: sin pastos cultivados, sin asistencia técnica y
sanitaria, sin establos y sin un centro de inseminación artificial que funcione todo el año,
–el que existía en la granja San Antonio está abandonado, luego de colapsar su
planta de nitrógeno y de ser robados varios implementos necesarios para esta actividad, sin que hasta
la fecha se sepa quiénes han sido los ladrones.
Ese ganado
terminó en las ollas de sus beneficiarios o lo vendieron a precio de robo antes
que se murieran de hambre. Lo mismo pasó con las ovejas, las alpacas y las
llamas. Y la pobreza y el abandono del campo continuó sin remedio, y ahora porque después de no hacer ninguna obra de importancia, se "obsequia" unas cuantas vacas y chanchos sobrevaluados, automáticamente: ¡Ya dejamos de ser pobres!
Lo de las laptops
hace tiempo, que debían estar en las manos de todos y cada uno de los maestros
y no en estos tiempos electorales, donde reina el populismo y la demagogia.
Pero debemos señalar que estos equipos han sufrido una gran rebaja en sus
precios en el mercado internacional, porque lo que está de moda en estos
día son las tabletas, es decir que las
laptops “ya fueron”, incluso se sabe que algunas marcas de estos equipos ya no
se fabricarán más. Para mayor ilustración veamos esta nota tecnológica, todavía
el año pasado:
“Gartner, la
agencia de análisis de tecnologías de la información, espera que en 2013 se
distribuyan 184 millones de tabletas en el orbe, lo que representa un
incremento de 53,4% respecto al año pasado. El número llama aún más la atención
cuando se compara con el envío de computadoras tradicionales que se espera
alcance 303 millones, una reducción (que además es constante) de 11% respecto
al 2012”.
Entre las
laptops de marca LENOVO que son
chinas, estas son las más baratas al por mayor. Los rumores de sobreprecios
están en la comidilla popular, y de comprobarse su realidad va a causar gran
malestar, porque si ustedes fueran maestros y le entregaran con plata del
Estado Peruano una laptop de un precio que resultó que era más barato, entonces
sería lógico que ustedes gritaran con gran indignación: ¡DONDE ESTA EL MONTO DEL DINERO QUE NO ME ENTREGARON!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario