cortesía de "El Pregón" |
Poco
a poco van apareciendo, como estrellas del mundo musical de la chicha, la
salsa, la balada, los trovadores de la pequeña burguesía serrana o de la nueva
onda musical andina. Los que, sin que nadie se los pida, o los declare buenos para
algo, solo porque les da la gana, se han declarado ser nuestros líderes
políticos.
Primero
como por arte de magia, aparecen pintas en las paredes de los terrenos sin
construir o en los muros de las casas de campo, en las obras públicas y en
cualquier otro lugar disponible, por supuesto previamente conversando y pagando
a sus propietarios, porque todos saben que esta gente tiene plata y que más
tarde gastarán “a manos llenas” en posters, gigantografías, más pintura, muchos
pintores, trago, cerveza, movilidad, gasolina, propaganda por la prensa, radio
y televisión, juegos artificiales, viajes y alojamiento, alquiler de locales
partidarios con sus respectivos altoparlantes, bullicioso perifoneo por las
calles con locutor y movilidad, alquiler de equipos de sonido, alquiler mega
estrados, contratación de famosos artistas que deberán estar presentes en los
mítines principales, volantes, mosquitos, gorritas, llaveros-abridor, polos,
almanaques de bolsillo, libretitas de direcciones, entrevistas pagadas que
deberá hacerles los periodistas locales por la radio y televisión, reses que
deben matarse en cada uno de los pueblos y todo la comida, el trago y la
cerveza que deberán invitar para dar la impresión de ser un candidato generoso,
y la manutención de todos los “vampiros”
que los acompañarán hasta sacarles hasta la última gota de sangre….. y sabe
Dios qué gastos más…… Pero el que menos se pregunta: ¿De dónde sale tanta plata?
“XXX PRESIDENTE REGIONAL”
“ZZZ HONESTIDAD COMPROBADA” “YYY EXPERIENCIA Y CAPACIDAD” “WWW EL PUEBLO LO RECLAMA”
¡Ah
ya!, y de este modo recién te enteras quiénes son los nuevos y por supuesto
quienes son los archiconocidos y muy gastados megalómanos que quieren asumir el
poder regional o municipal. Pero de pronto en tu mente surge como desde un
torbellino estas preguntas:
-¿Qué
sabe este tipo para creer que puede gobernar la región o la ciudad? –Sería bueno preguntarle, incluso examinarlo a través de una
prueba de conocimiento en materia de legislación y gestión regional o
municipalidad y una prueba psicotécnica para conocer si esta encendido o apagado su
cerebro, pero sobretodo un examen siquiátrico, no para saber si está sano y
bueno, sino hasta qué grado está afectado.
-¿Qué
ha hecho? – Nada. Entonces si no ha hecho nada,
todavía no ha robado, entonces no sería justo despreciarlo de antemano.
-¿Qué
es? -Alguien responderá es abogado, médico,
ingeniero, empresario, etc., pero acaso nuestras doctas universidades no están
sacando como en adobera cientos de profesionales, ¿porqué estos tienen que ser
mejor que los otros? Pero tampoco, tampoco tienen que ser buenos en su
profesión porque en Apurímac, casi el 100% de estos tipos son burócratas. Y no
faltará quien justifique: pero acaso estos cargos de Presidente Regional o
Alcalde Provincial o Distrital no son puestos burocráticos, entonces pues qué
mejor que un conocedor de la burocracia sea el elegido.
Bueno, no nos
dejemos confundir, pero lo cierto es que:
-Quiere ser presidente o alcalde porque
le da la gana y para ese capricho tiene dinero pues; o
-A lo mejor desde chiquito su mamá le ha
metido en la cabecita: “Algún día mi hijito será presidente. ¿No
cierto papacito?” y desde mocoso respondía: “Chi mamá”.
- O que desde chiquitos eran mandones,
porque para ser el mandamás de un pueblo de taimados, solo se necesita ser un “cachaco bien verde”, y vas a ver como
el resto de la tropa se pone en vereda y obedece. Para eso solo necesitan
decir: “¡Yo soy bien macho!” y alguien responderá tímidamente (macho o menos) “¡A mí no me tiembla la
mano!” y no faltara el cachaciento que responderá casi en silenció (Para robar).
-Tampoco faltan los dirigentes campesinos
y los eternos Secretarios Generales de los sindicatos que han pasado a formar
parte de esa morbosa burocracia sindical, que desde hace mucho tiempo hace
gritar a los trabajadores: "Más vale honra sin sindicatos que
sindicatos sin honra" y definir su caótica situación bajo la
consigna de "Unirse desde abajo y organizarse combatiendo". Pero
que se lanzan porque tienen la plata de los afiliados al gremio o de las ONGs
que los animan en el campo.
- Tampoco faltará el soñador que dirá que
lanza su candidatura porque así estaba escrito en las estrellas a la hora que
lo parieron.
Pero todo esto
son tonteras y meras especulaciones de lo que a nuestro parecer sabemos cuál es
la causa principal de sus pretensiones. No, no son esas, ni aquellas, ni las
otras, la pura y simple verdad es:
Que
el dinero está votado en las arcas siempre abiertas de la administración
pública de Apurímac y para hacerte rico de la noche a la mañana, si todavía no
eres narcotraficante, proveedor del Estado, ganador de licitaciones públicas,
solo necesitas ser Presidente Regional o Alcalde Municipal de pueblito o de
ciudad. Porque:
-
Si llegas a ser Alcalde Distrital: construyes tu
casita de cinco pisos con sótano y azotea, te compras la chacrita a la que
después puedes llamar "hacienda",
educas a tus hijitos en buenos colegios y universidades, no en las cochinaditas
que existen en la región, y además te queda todo el regusto y la mañosería
total para volver más tarde;
-
Si llegas a ser Alcalde Provincial: montas un
buen negocio y te sigues zambullendo como el tío Rico McPato a la piscina de
los dineros que la municipalidad recauda
por el pago del: a) Impuesto
Predial; b) Impuesto de Alcabala; c) Impuesto al Patrimonio vehicular; d) Impuesto a las Apuestas; e) Impuesto a los Juegos; f) Impuesto a los Espectáculos Públicos
no deportivos. Con estos dineros pagas generosamente a los empleados nombrados
y a tus contratados, y las coimas de la adquisición de los bienes y servicios y
lo que pagan los ganadores de las licitaciones de las obras públicas que
realiza la municipalidad, es enteramente tuyo.
-
Si llegas a ser Presidente Regional: constituyes
una empresa, turística, minera o constructora, y como las grandes empresas
mineras todo los años hacen una buena “chancha”
para ti solito, por los servicios prestados en los cientos de correrías que
haces para ellos en la capital de la república, te haces reelegir. Y más tarde,
según tu hoja de ruta, te haces Congresista de la República y subes al cielo de
los que disfrutan una suculenta pensión a cargo de todos los peruanos por haber
hecho nada, y tu nueva posición te mantiene en la lucrativa movida política,
como lo hace aquel ex congresista cocalero que con gallo en mano anda jugando a: “el
que la sigue la consigue”.
- Señor, soy un candidato misio, le puedo
preguntar algo.
- Si, pero solo una pregunta, porque soy
un consultor político y mis servicios se pagan en miles de soles.
- Gracias señor. ¿Pero el pobre pueblo qué gana?
No
seas estúpido. En primer lugar tienes que preguntarte: ¿Qué es el pueblo? Si
eres un buen candidato debieras saber que el pueblo no existe más que para estos
afanes electorales. Cuando estés subido en un estrado a la hora de un mitin, no
vas a dirigirte a la gente diciendo: "¡Muchedumbre que me escuchas!";
o multitud, masa, gentío, tumulto, conjunto. Tienes que decir muy fuerte para
que escuche todo el mundo: ¡VALIENTE
PUEBLO QUE ME ESCUCHAS!!!, y después te largas como Cantinflas:
“Pueblo que
me escuchas, aquí me tienen delante de ustedes y ustedes delante de mí y es una
verdad que nadie podrá desmentir Y ahora me pregunto ¿y porque estoy aquí?
(...) estoy aquí porque no estoy en ninguna otra parte y porque ustedes me
llamaron y si el pueblo me llama, el pueblo sabrá por qué. Yo, contrariamente a
lo que dijo cierto sujeto, que no quiero pronunciar su nombre pero que lo estoy
viendo, no represento a ningún partido y no represento a ningún partido, porque me
represento independiente, porque como dice el dicho "más vale solo que mal
acompañado" (...) Y ustedes se preguntarán, este joven de tan tierna edad,
de acento tan distinguido, ¿será capaz de conducir la nave a buen puerto? Pues
este joven, que entre paréntesis es el que les habla, les contestará: A pesar
de ser tan pollo, tengo más plumas que un gallo y sobre todo, tengo ganas de
hacer justicia y darle al pueblo lo que el pueblo necesita”.
Y el “pueblo”
que es definitivamente imbécil te escuchará sin entenderte y aplaudirá a la
hora de aplaudir.
¿Por qué van a
tener derecho a ganar algo ese montón de dueños de D.N.Is., que tienen la
obligación de ir a votar si no quieren que los multen y dejen de tener vigentes
sus derechos civiles y estar fregados hasta para cobrar sus pequeños sueldos o
sus míseras pensiones. Tienen que ir pues, pero a la hora de votar, debes
habértele metido hasta el fondo de sus sesos para que te elijan a ti, y no a
los otros miserables que te han venido tratando de maricón, ratero, cachudo,
demagogo, huevón, narcotraficante, borracho y las otras mentiras más que tú
mismo se los has dicho.
-¿Señor
y si el pueblo se rebela y comienza votar en blanco y viciado?
-¡Pucha! eso sería la muerte de todos
ustedes y de todos los dineros que han gastado en la campaña electoral, pero
felizmente eso nunca va a suceder porque ya te he dicho, en el Perú los actos
electorales no son una responsabilidad cívica y una importante decisión
política de la ciudadanía. En este país las elecciones son una fiesta, una
diversión, donde un pobre hombre acosado a diario por el hambre y la miseria,
se siente tener por un instante -a la hora de votar- el poder de escoger entre
todos los nerviosos y sonrientes candidatos, que desde la cédula electoral le suplican como a un Dios, y no tiene
voluntad para dejar de ejercer el poder de escoger a uno para fregar a los
otros, aunque conozca que por esa maldita decisión tenga que lamentarse toda
la vida, porque ese será el hombre que pensando solo en su bolsillo, en sus
familiares y allegados, atrasará el desarrollo regional y el derecho a vivir en
un mejor lugar.
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