Lo que hemos sabido hasta la fecha es que
existen más de 3,360 voluntarios para servir a los 80 distritos de Apurímac,
unos pocos desde las alcaldías y los más, desde las regidurías.
También,
si tomamos en cuenta la Resolución N° 269-2014-JNE, del 1º de abril del 2014,
que fija el número de regidores que corresponden a cada concejo municipal,
existen más de 528 voluntarios para cubrir las alcaldías y regidurías de las
municipalidades provinciales de Apurímac.
Y
finalmente tenemos 160 voluntarios para alcanzar los puestos de Presidente,
Vicepresidente y las siete Consejerías del Gobierno Regional de Apurímac.
En total tendríamos más de 4,050 candidatos
en estas elecciones regionales y municipales, dispuestos a servir a la Región Apurímac,
desde el más humilde cargo de regidor del distrito más empobrecido hasta la
Presidencia Regional, e incluso estar a la “espera” como accesitario con la
esperanza de poder servir a la santa tierra desde una Consejería Regional, si
el titular muere o es encarcelado.
¿Por
qué se presenta este fenómeno súper político e híper democrático? Para tener
una pequeña respuesta, hagamos un pequeño ejercicio mental para situarnos en
dos escenarios.
PRIMER ESCENARIO
Para
ser un hombre de bien, amante de tu familia, tu Dios y tu patria, sin necesidad
de recurrir al Estado para acceder a tu fuente de trabajo y de sustento, con
profesión o sin ella, deberás convertirte en un empresario. "Persona
que posee o dirige una industria, negocio o empresa".
Para empezar cualquier
tipo de actividad empresarial, supongamos una panadería, en primer lugar
deberás tener algún tipo de experiencia en la industria, además de contar
mínimamente con un local, haber acumulado un pequeño capital para la
adquisición de la maquinaria, el horno, los insumos para la fabricación de los
panes, contar con el apoyo incondicional de toda tu familia en un principio y
más adelante, poco a poco, con el concurso de algunos trabajadores. Pero sobre
todo trabajar de sol a sol sin pagarte ni un solo céntimo de sueldo y sin
conocer lo que es las vacaciones, porque primero hay que pagar y rendir
pleitesía a los cuatro jinetes del apocalipsis: Municipalidad, EsSalud, SUNAT y
Trabajo, sin dejar de contar con las inspecciones
de los otros sectores y la fiscalía que para la gente honrada, sí existe; y
luego de este martirio, hacer todos los gastos que requiera el negocio para
seguir sobreviviendo.
Con
el tiempo, unos quince o veinte años, puedes tener una pequeña oficinita con su
computadora, teléfono y una secretaría que te apoye en llevar los papeles, pero
aun no podrás pagarte un sueldo que recompense tu esfuerzo, aun cuando tengas
en la puerta de tu negocio un carrito, más para trabajar que para disfrutar de
la vida.
Incluso a
pesar de todos tus esfuerzos casi inhumanos, si un día de esos malditos que
nunca dejan de existir, por un mal cálculo “metes la pata”, o entran a tu
negocio unos ladrones y se llevan tus dineros, o se quema tu local, todos tus sacrificios y sudores se van al
diablo y solo te quedarán las deudas, las amarguras y luego de eso todas las
desgracias que acarrea la bancarrota y la miseria.
SEGUNDO ESCENARIO
El
único atributo que debes tener para situarte en este escenario, es creerte un
monosabio, un salva patrias, un mesías, un marcado por las estrellas, en buena
cuenta tener una personalidad narcisista.[1]
Entonces no tienes más que esperar las épocas electorales y lanzarte a un cargo
político de elección, sea cual fuere, así se empieza.
Invertir en la
campaña electoral, la cantidad no solo depende de tus bolsillos sino de tu
ambición, si el cargo es más alto, más te costará llegar a la meta, si es más
pequeño, dos o tres ganados más el concurso de tus familiares y amigos.
Eso es todo y
nada más, y de la noche a la mañana, escogido entre más de 4,050 ciudadanos,
llegarás al lugar soñado. No has invertido gran cosa, no has trabajado día y
noche sin sueldo, sin vacaciones, ni has
usado la mano de obra de toda tu familia para lograr tu “pan nuestro de cada
día”, ni mucho menos tendrás encima a la SUNAT y los otros jinetes más.
Todo lo
contrario:
-
Primero, lo primero: podrás
recuperar tus gastos de la campaña electoral.
- Te esperará una hermosa
oficina ampulosamente amoblada con todos los aparatos sofisticados de la
tecnología moderna.
-
Tendrás una Secretaria, pero
si está viejecita, la cambias por cuadro
chibolas mandadas.
- Tendrás derecho a un jugoso
sueldo, vacaciones pagadas, chofer y carro de lujo, viajes en avión a cualquier
parte del Perú y del mundo completamente gratis;
- Tendrás un montón de
empleados que paga el Estado y que están entrenados cada uno en lo que tienen
que hacer, y si se portan mal los puedes suspender o destituir conforme a ley.
- Podrás dar fabulosos empleos
como funcionarios de confianza o administradores de los grandes proyectos a tus
familiares, a tus amigos del partido y a quién te dé la gana, con tal que sepa
agacharse hasta el punto donde se pierde la dignidad humana.
- Tendrás un “chupo” de periodistas pagados por el
Estado que publicarán solo flores de tu persona.
-
Podrás “regalar” cositas caras con la plata de todos los apurimeños a los pobres
del campo y la ciudad y por supuesto: “quien parte y reparte se queda con la mayor
parte”
- Podrás recibir la rica
“merme” que desde hace tiempo saben acotar los proveedores, la
licitación de las obras, las empresas mineras, y las otras vainas más que te
harán un hombre rico, sin importar que por todas estas cochinadas nos hayamos convertido en uno de los países
más corruptos del mundo.
Y lo mejor de
lo mejor: el día en que asalten, se queme o se vaya en bancarrota la municipalidad o el Gobierno Regional por tu mala gestión, tú
no te irás a la quiebra, sino el pueblo entero, mientras tanto seguirás
meciéndote en la dulce cuna del poder, donde tu bellaco narcisismo seguirá
regodeándose a sus anchas, y cuando te llegue la hora de entregar la mamadera,
volverás a candidatear por todo el tiempo que te quede de vida.
Pero alguien dirá:
-¡Yo
quiero ser regidor de un pueblecito miserable donde no existen oficinas, ni
nada de nada! -A ese sabremos
responderle al unísono:
-¡Ya,
ya, no te hagas el vivo! Con el canon y las regalías mineras habrá de todo,
solo para ustedes. -Y si sigue insistiendo en que a pesar de todo seguirá
siendo pobre, le responderemos:
-Así
se empieza pues sonso, sino mira cómo han empezado todos los que ahora juegan
en las ligas mayores”
Y si a pesar de todo, alguien preguntara:
-¿Entonces
quién pues podrá ser el candidato ideal?, y la respuesta más sencilla será:
-
El apurimeño que haya resuelto honestamente su problema con la pobreza, que
haya conducido una buena empresa que da trabajo a muchos paisanos y que por sí
sola puede seguir siendo exitosa, y sobretodo que jamás haya vivido de la
política; o, el coterráneo que por sus grandes dotes intelectuales y su
sabiduría se encuentra en condiciones de llevarnos por los mejores caminos, -pero
a pesar de eso, inmediatamente nos retrucarán:
-¿Pero
esa clase de personas no existen en Apurímac? -Entonces no tendremos más remedio
que responderle:
-¡Claro¡,
si existiera todos iríamos a su casa a rogarle para que sea nuestro candidato,
pero como no hay ni uno solo, ahora hay más 4,050 candidatos que para salir de
la miseria o aumentar su mal habida riqueza, están dispuestos a pelearse a
muerte por el cargo al que aspiran, aunque no faltaran los que esperan que la
lotería electoral, les obsequie algo de su fortuna.
-¿O
sea los que fueron, ya fueron?
-¡Recontra!
Y los que perdieron, también.
Hay de todas las categorías |
[1] •Aprovecharte de otros para lograr tus propias metas. •Tener
sentimientos excesivos de egocentrismo •Exagerar tus logros y talentos •Estar
preocupado con fantasías de éxito, poder, belleza, inteligencia o amor ideal.
•Tener expectativas irracionales de tratamiento favorable. •Requerir atención y
admiración constantes. •Desdeñar los sentimientos de los otros y tener poca
capacidad para sentir empatía. •Tener un interés obsesivo en ti mismo.
•Perseguir principalmente tus metas egoístas.• Reaccionar a la crítica con
sentimientos de rabia, vergüenza y humillación.
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