martes, 8 de julio de 2014

LOS “CANDIDATOS CHAUCHILLA”


 
El término popular “chauchilla”, ha sido definido por Martha Hildebrandt en su “1000 palabras y frases peruanas” en los siguientes términos:
Chauchilla. En quechua chaucha significa 'no maduro'. Se aplica, entre otras cosas, a la 'papa pequeña y tempranera'; en la Argentina, a la judía verde que en el Perú llamamos vuinitu. Chauchilla es un diminutivo renominalizado; designa, en sentido figurado, 'lo pequeño o insignificante”. Por eso se aplicó a la 'moneda de veinte centavos de sol', también llamada peseta, y al 'pececillo sin valor comercial'. Como adjetivo en aposición no varía para el plural: «comisiones chauchilla», por ejemplo.
En algunas opiniones vertidas en los medios de comunicación, este curioso término se viene utilizando para referirse a las personas que ocupan un cargo público o privado, o ejercen alguna profesión u oficio, sin reunir el perfil necesario, ni tener las habilidades personales ineludibles.
De buenas a primeras podemos afirmar que la mayoría de nuestros candidatos encajan en el calificativo: “candidatos chauchilla”. La desgracia adicional es que si comparamos con los candidatos de las elecciones anteriores, diríamos que la tropa de los “chauchilla” se ha incrementado significativamente en esta región.
Si Apurímac, que muy pronto será el primer productor de cobre del Perú y uno de los grandes de Latinoamérica, va a ser copada en sus principales cargos públicos por gente de esta ralea, seguirá siendo lo que es, una región paralizada inmisericordemente.
¿Cuándo un candidato a presidente regional, consejero, alcalde provincial o distrital o regidor puede ser considerado como un “candidato chauchilla”?
-          Cuando no tiene formación profesional o técnica con títulos que lo comprueben;

-          Cuando no tiene, ”don de gentes”, que es ser cortés y agradable. Tratar a las personas como si todas fueran muy importantes. Es saber entablar buenas relaciones sociales y saber cómo decir las cosas. Es inspirar respeto y admiración sin llegar a la arrogancia o la intimidación. Es ser accesible y es atraer a la gente con carisma.

-          Cuando no tiene empatía, es decir, cuando se carece de aquel sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a otra. Cómo un sujeto carente de empatía puede sentir lo que siente la mayoría de los apurimeños: la pobreza.

-          No tiene un historial limpio en el manejo y uso de los recursos económicos públicos confiados a su persona, en otrs palabras es y ha sido un corrupto. Eso se conoce más de cerca cuando los candidatos ya han ejercido cargos como Presidentes Comunales, regidores, consejeros, alcaldes o presidente regional. “El pueblo perdona, pero no olvida”.

-          A pesar de ser más o menos un discursador, sin llegar por supuesto a ser un un gran orador, al momento de los lanzar discursos y promesas electorales, No tiene facultades para expresarse en forma oral o escrita sobre los asuntos a su cargo.

-          No tiene el nivel cultural, ni la experiencia necesaria en asuntos relacionados con el cargo y con los manejos de la cosa pública, de modo que siempre tendrá la necesidad de ser asesorados con algunos avivatos que “se lo comen zapatos y todo”.

-          Carece de moral. Si consideramos que lo moral es un conjunto de creencias, valores, costumbres y normas que sostiene una persona o un grupo social y que funcionan como una guía para el obrar de los mismos; lo inmoral, es todo aquello que sea contrario a la moral y a las buenas costumbres.

-          No es honesto. Es demagogo porque ofrecerá grandes beneficios a los electores solo para lograr que voten por ellos, aun sabiendo que nunca va a poder cumplirlos. “Es un lobo vestido con piel de oveja”
Los candidatos que no son chauchilla, que de haberlos debe haberlos, deben reunir las siguientes habilidades:
En lo personal:
-          Capacidad en la toma de decisiones;

-          Saber negociar (no importa el rol que cumplas siempre estamos negociando);

-          Tener pensamiento estratégico (ver el panorama completo, a mediano y largo plazo);

-          Ser un experto en el tema que maneja;
 
-          Ser un apasionado de su trabajo.
En los social:
-          Tener capacidad de comunicación

-          Ser capaz de gestionar la impopularidad de decisiones correctas pero a veces difíciles de tomar. Esta es una habilidad clave y a su vez muy difícil de sobrellevar.
De otra parte, también están los valores que están íntimamente ligados a la educación más que a la formación, es decir, ser una persona:
-          Que se integro (coherente entre su manera de pensar y de actuar)

-          Que sea honesto, es decir que no robe los dineros del pueblo y que no permita la corrosión de la corrupción en su gestión.

-          Con tenga carácter. Que no se deje seducir por la corrupción ni por el halago de los delincuentes.

-          Que no gobierno por gobernar, sino que su gobierno sea un trabajo que trascienda, y que vaya más allá de ganar los buenos sueldos que se perciben estando en el cargo.

-          Que sea humilde, que es el valor nacido en el aprendizaje, que nos permite manejar bien el error y mucho mejor el éxito. (Cuando parece que les van bien las cosas, no se lo creen demasiado). El aquel que se da cuenta cuando se equivoca, y por eso tienen el deber de corregirse. El valor de la humildad es el único que obliga a pedir disculpas.

-          Que sea constante. Que no se rinda.

-          Que sea optimista aun cuando tienen muchos motivos para ser pesimista.

-          Que tenga el sentido del humor. Quien tiene esta habilidad no se hace “bolas” porque tiene al buen humor como filtro para vivir. Con el humor se salva de la depresión. El sentido del humor es el que permite manejar el poder y no quedarse pegado en sus telarañas, porque liderazgo no es sinónimo de poder.
Muchos de los candidatos chauchilla, dirán: “YO SOY ESE”, pero no bastará que lo digan, porque el pueblo que los conoce perfectamente y está harto de elegir tanto inútil y corrupto
¿Cómo conocer a un “candidato chauchilla”? Es no es un proceso que se pueda enseñar, porque cada elector conoce de un modo directo y sencillo, cuál de todos los candidatos son un “un simple chauchilla”, un “superchuchilla” o un “megachauchilla”, porque su pobreza o extrema pobreza, su falta de empleo, el modo como de la noche a la mañana muchos personajes metidos en la política se han hecho ricos,  le ha enseñado quién es quién, sabrá decirles: “TE CONOZCO BACALAO, AUNQUE VENGAS DISFRAZAO”.
Y más aun cuando en esta nueva escena política se han aparecido los mismos sinvergüenzas de siempre, en vez de entregarles tan tontamente sus votos, preferirán votar en blanco o viciado. 
 

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