LAS MALAS NOTAS DE PRENSA DEL GOBIERNO REGIONAL DE
APURIMAC
En
la página Web del Gobierno Regional de Apurímac, se publican el encabezado de
Nuevas Noticias, una serie de demagógicas Notas de Prensa, destinadas a
maquillar favorablemente la alicaída imagen de Elías Segovia Ruíz y su
inoperante gestión administrativa, en otras palabras, su pérfido autor supone
que puede engañar a los apurimeños señalando que su patrón está haciendo
grandiosas acciones en beneficio de las familias apurimeñas, que hasta ha logrado
reducir la pobreza: ¡FALSO!, veamos:
PRESIDENTE REGIONAL DESTACÓ REDUCCIÓN DE POBREZA EN
APURÍMAC DURANTE 50° ANIVERSARIO DEL DISTRITO DE ANCO HUALLO
Nota 169-2014
2 mayo, 2014 Chincheros, Noticias 2013
“El Presidente del Gobierno Regional, Elías
Segovia Ruiz, participó en las diversas actividades organizadas en el marco del
50° aniversario de creación política del distrito de Anco Huallo, en la
provincia de Chincheros, en donde destacó la reducción de incidencia de la
pobreza en Apurímac el 2013, según revela un reciente informe técnico del
Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
En su intervención en la ceremonia por el nuevo aniversario de
Anco Huallo, el mandatario regional afirmó que este logro alcanzado obedeció al
trabajo comprometido de todos los apurimeños y a la labor articulada con el
gobierno central..."
Efectivamente,
los primeros días del mes de mayo, el INEI publicó las cifras de pobreza en el
Perú para el año 2013. El resultado más cacarequeado, fue la supuesta reducción
de la pobreza a nivel nacional de 25.8 % de la población en 2012 a 23.9% en
2013. Es decir que en ese año (2013) la pobreza a nivel nacional había caído en
un 1.9%.
Para los
apurimeños la disminución de la pobreza solo existe “en los números” del INEI,
pero en su triste y pobre vida cotidiana, la pobreza y extrema pobreza sigue
siendo su pan de cada día.
Sobre este
respecto, el economista, profesor
principal del Departamento de Economía y de diversas maestrías de la
Universidad del Pacífico e investigador de su Centro de Investigación (CIUP),
nos señala:
“En primer lugar, existe más de una docena de
métodos para calcular la pobreza. El
INEI calcula la “pobreza monetaria” o “pobreza por ingresos” y define como
pobres “a las personas que residen en hogares cuyo gasto por habitante es
insuficiente para adquirir una canasta básica de alimentos y no alimentos como
vivienda, vestido, educación, salud y transporte. Los “pobres extremos”
son aquellos cuyo gasto diario no
alcanza para comprar una canasta básica que contenga solo alimentos. Por lo
tanto, el gasto es usado como indicador de bienestar, tanto para el cálculo de
la pobreza como de la pobreza extrema; se asume que si la persona puede gastar
por encima de un umbral (el costo de la canasta), llamado “línea de la
pobreza”, entonces no es pobre. Si el gasto de la persona es el mejor indicador
de bienestar es un tema discutible.”
Por esos días,
el mismo INEI señalaba que la Canasta Básica mensual fue de S/. 292.00 por
persona el 2013 y que las personas que no alcanzan a cubrir este monto, son
consideradas pobres y acotaba que el gasto mínimo para no ser considerado pobre
extremo es de S/. 155.00
Ahora bien,
haciendo uso en Apurímac de las ideas que señala ese profesor universitario y
el propio INEI, nos encontramos con esta
realidad:
Si tenemos en
cuenta que los componentes de una familia apurimeña, que no gana del Estado
(empleado público, profesor, maestro, etc.) tiene en promedio 6 miembros
(padre, madre y cuatro hijos), y teniendo en cuenta que el sueldo mínimo legal
que se paga en las ciudades es de S/. 750.00 mensuales, nos enteramos que cada
miembro de esta familia gasta S/ 125.00 mensuales, es decir se encuentra
en la pobreza extrema; entonces para que
esta misma familia salga de la pobreza, necesitará tener un ingreso mensual de
S/. 1,752.00, es decir que debe ganar más que un profesor y un policía o un empleado del
Gobierno Regional, y si como dice Elías Segovia Ruíz, su gestión regional ha
reducido la pobreza en Apurímac en el año 2013, es porque todos ganamos como
gana un empleado del Gobierno Regional, lo que nos lleva la conclusión que
ahora, gracias a él, esta región es un paraíso. ¡Ya no necesitamos morirnos,
estamos en el cielo!
Pero no nos
quedaremos en ese edén, porque hablaremos de los salarios que se pagan en el
campo, que además de ser eventuales, nunca son superiores a dos semanas, y que
a la actualidad se cotizan a S/. 30.00
diarios incluido la comida del mediodía, que es cualquier cosa menos un
alimento decente. Bueno, supongamos que un peón de esos trabajara todo el mes,
tendríamos que ganaría los salarios correspondientes a 26 días que le darían
una ganancia de S/. 780.00, que dividido entre los miembros de su familia
arrojaría un gasto de S/. 130.00 mensuales, entonces esta familia, según las
cifras del INEI, también se encontraría
en la extrema pobreza; como efectivamente lo está.
Pero
dejándonos de las payasadas que hacen los burócratas limeños, que jamás han
dado en el clavo cuando se trata de la realidad nacional, nosotros sabemos
decir con la realidad delante de nuestros ojos, que la mayor parte de los
apurimeños, que viven y sufren en los campos, jamás supera un ingreso mínimo
mensual de S/. 750.00, y a veces jamás han visto “tanto dinero” al mes en sus
manos, pues viven del autoconsumo de su
producción agrícola: papa, trigo, maíz principalmente y de la venta ocasional y
muy devaluada de su producción ganadera, si es que el abigeato no los ha
agraviado.
Sobre la base
de esta producción (despensa) ocasionalmente prestan sus servicios personales
en forma eventual en las ciudades como peones de la construcción civil,
principalmente, para proveerse de azúcar, sal, fideos, aceite, herramientas,
alguna vestimenta, medicinas y ahora que llegó la electricidad a sus pueblos,
dinero para pagar este servicio, si es que lo tienen.
Lo cierto es
que la gran mayoría de estas familias subsisten gracias al apoyo que reciben de
sus familiares afincados en las grandes ciudades peruanas, Lima, Cusco,
Arequipa, Ica y otras. Tampoco deja de ser cierto que una gran parte de estos
campesinos migran temporalmente a la
costa y a la selva a prestar sus servicios personales en esas tierras, para que
ahorrando algo de sus salarios puedan contribuir a la subsistencia de sus
familias.
Nadie como los apurimeños, conocen y
pueden hablar de la pobreza, porque la hemos padecido por más de quinientos
años, por eso resulta bastante atrevido y muy demagogo que un político sin
escrúpulos, vaya pregonando, a tientas y a locas, (solo por un afán electorero) acerca de la
reducción de la pobreza en nuestra tierra, sin dejar de incrementar él mismo,
su pobreza moral.
Este tema es
muy delicado en nuestro medio para ser pasto de la demagogia, y tenemos el
deber de abordarlo entre todos, para saber qué haremos con esta lacra
social cuando por espacio de no más de
25 años comencemos a recibir los ingresos por el canon minero y las regalías
mineras, si es que no queremos que terminen en manos de la corrupción.
Jamás debemos olvidar la codicia y desvergüenza de
nuestros políticos nativos, porque ya son casi doce años de regionalización y
hasta ahora no hemos visto un líder que pueda haber contribuido a cambiar
nuestro sino de región pobre, al contrario solo estamos viendo las mismas caras
y a los mismos desahogados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario