De
los muchos desaciertos que tuvo Elías Segovia Ruiz, dentro de su gestión al
frente del Gobierno Regional de Apurímac, una de las peores ha sido el de lanzarse como candidato
a la reelección como Presidente Regional. Este hecho solo puede tener cuatro
insólitas explicaciones:
1.
Que, al personaje de marras
se le han subido los humos hasta la estratósfera, bajo el supuesto que los
habitantes de nuestros humildes pueblos, al momento que llegaba “¡EL PRESIDENTE REGIONAL!” salían a
recibirlo en masa, este creyó que tal acogida se debía a que su persona ejercía
un liderazgo nato sobre esos pueblos, pero lo que en realidad sucedía es que la
buenas gentes de estos pueblos en su ingenuidad suponían que esta Autoridad
había venido a solucionarles sus múltiples problemas que los aquejan. Pero como
ninguna de estas suposiciones conectaban con la realidad, el que salía
perdiendo era el candidato derrotado.
2.
No es ningún secreto que
Elías Segovia Ruiz, se lanzó a la reelección como candidato de los políticos
limeños, porque era el hombre de su confianza, que podía seguir sosteniendo en
Apurímac, sin contradecir en lo más mínimo, todo lo que se hace en Lima (que
muchas veces va en contra de las regiones), en otras palabras, era el candidato del Sistema y de las empresas
mineras que operan en la región, pero desgraciadamente en Apurímac no votan los limeños, ni los gringos, ni los chinos.
3.
Que, lejos de oír a su
conciencia, ha escuchado a todos sus
chupes y familiares que prácticamente usaron y abusaron del poder regional, que
le decían “Por todas las calles y plazas, villas y villorrios, comunidades,
pueblos, anexos y sectores, cientos de miles de apurimeños están gritando a
vida voz: “¡No te vayas hermano, somos tuyos, no nos abandones!” con lo que se
inflamó su ya muy crecido ego, que lo hizo pensar que los electores eran los
mismos babosos de siempre, sin reparar en que después de tanto chamullo, estos
se habían vuelto mucho más sabios y hasta castigadores a la hora de votar.
4.
Lo más estúpido que se le
ocurrió fue creer que la promesa de la construcción de un teleférico para los
turistas del Cusco y un aeropuerto en pañales le podrían asegurar la victoria,
cuando cualquier humilde ciudadano conoce aquel antiguo refrán: “Obras son
amores y no buenas razones”, que significa que las buenas palabras deben ir
acompañadas de hechos (de obras) porque de lo contrario se quedarían en falsas
promesas y eso es para los nuevos candidatos.
Lo peor para
el candidato perdedor, es que los dos meses y medio que quedan de su gestión,
no podrá moverse ni un solo día del local del Gobierno Regional porque tiene
poco tiempo para enterrar, como el gato, toda la porquería que ha armado su
mafiosa gente de confianza y él mismo, para entregar más o menos la gestión, y
lo bueno es que ahora no lo harán solo ante el ganador sino ante la Contraloría
General de la República según lo ha establecido la Ley Nº 30204, LEY QUE REGULA
LA TRANSFERENCIA DE LA GESTIÓN ADMINISTRATIVA DE GOBIERNOS REGIONALES Y
GOBIERNOS LOCALES, cuyos dos primeros artículos obligan a:
“Artículo
1. Objeto de la Ley
La presente Ley tiene por objeto
regular el proceso de transferencia de gestión efectuado entre administraciones
regionales o locales sucesivas.
Artículo 2.
Finalidad de la transferencia
El proceso de transferencia de la
gestión administrativa se organiza con la finalidad de facilitar la continuidad
del servicio que se presta y se rinda cuentas, atendiendo a principios de
transparencia y servicio al ciudadano. Lo cual incluye también los casos en que
se revoca autoridades."
Bajo
la iguiente responsabilidad:
“Artículo 10. Responsabilidad por el
incumplimiento de la Ley
El incumplimiento de la presente Ley,
así como los actos u omisiones de las autoridades, funcionarios y servidores de
gobiernos regionales o municipalidades orientados a ocultar información,
impedir o entorpecer la labor de la comisión de transferencia, serán puestos en
conocimiento de la Contraloría General de la República y del Ministerio
Público, de conformidad con sus competencias y atribuciones conferidas por ley,
para la identificación y determinación de las responsabilidades y sanciones
establecidas en el Título XVIII, Capítulo II del Código Penal.”
Lo
único que nos queda es cantarle aquella vieja ranchera que muy bien la canta el
inmortal Pedro Infante HAS CLIC AQUI: LA VIDA ES LA RULETA
O
recitarle este loco poema inspirado en The Winner takes it all (El ganador se lo lleva todo), del Grupo
ABBA, que dice:
SOY
UN PERDEDOR
Qué le queda al perdedor
sino lamentos
manos vacías, soledad,
desierto,
tristeza de saberse
derrotado
bruma en la mente, nubes
en su cielo.
Qué merece el perdedor
sino desprecios
ademanes vulgares de
vulgares derrotas...
Una vez perdí en una
partida
en la que quise jugar
según las reglas
y aprendí que al jugar de
nada vale
no sacarse las cartas
debajo de la manga
al fin solo ganar es lo
importante.
Y entendí que el honor es
sólo una palabra
que los perdedores salvan
y al perderla
también ganan escarnio,
algo se ganan...
Rara forma de ganar
cuando se pierde.
¡Chau
pues!, disfruta ahorita lo que ganaste, porque como ya no eres nada,
ni nadie, te abandonarán los chupes, y tu solito te estarás merodeando por el
Poder Judicial, donde los jueces, fiscales, secretarios y abogados se quedarán
con todo lo que has amasado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario