¿Un entremés,
pero que es un entremés? Son aquellas pequeñas porciones de alimentos que se
sirven durante las comidas o cenas para picar de ellas mientras se sirven los
platos principales.
Antes de la
segunda vuelta, aquí les dejo como entremés un hecho real llevado a la fantasía
de un cuento, porque muchas veces lo real es tan brutalmente imaginario que
parece una ficción.
ANOCHE
TUVE UN SUEÑO
–Una
mañana, muy temprano nos convocó a todos los funcionarios de confianza, y
cuando se convenció que todos estábamos en la reunión, nos dijo con aquel
extraño acento que suelen tener aquellos que nos quieren ofrecer la mejor
noticia que hayamos recibido jamás.
–Anoche
he tenido un sueño premonitorio. ¿Ustedes saben lo que es un sueño
premonitorio? –preguntó a su siempre zalamero y muy sometido séquito.
–¿No
es aquello que se sueña cuando alguien se va a morir? –preguntó el Gerente de
Desarrollo Económico.
–¡No!
Un sueño premonitorio es aquel que nos da un mensaje de algo que ocurrirá en el
futuro.
–¿Y
cuándo uno sabe que ha tenido un sueño
premonitorio? –preguntó el Presidente del Consejo Regional.
–Un
sueño premonitorio es cuando uno es testigo, como si fuera en una película, de
un evento que va a tener lugar en años, meses, días e incluso horas.
–Mire
pues señor Presidente, qué casualidad a mi me pasan cosas parecidas, el año
pasado soñé un día completo que estaba trabajando en el Gobierno Regional, y mire
ahora dónde estoy. –Refirió la Subgerenta
de no se sabe qué, agregando. –¿Es algo muy curioso, no?
“Con ese culisuelto podías estar dónde se te ocurra, sin necesidad de sueños
premonitorios, ni que ocho cuartos”, pensó un arrecho malpensado.
–Bueno
la cosa es que anoche soñé que yo estaba parado sobre el edificio de 8 pisos
que va a construir el CICCA, y desde el balcón de su tercer piso, veía cómo yo
llegaba en una de las camionetas Jeep Cheroki del Noé Villavicencio que era mi
chofer. Cuando se estacionó bajé del carro vestido sin terno, con una ropa
normal nomás pero muy elegante y de los colores que a mí me gustan, y mi banda
de Presidente me cruzaba al revés de lo que suelo usar, es decir de derecha a
izquierda, y cuándo entraba al local del Gobierno Regional me di cuenta que
todo estaba limpio y reluciente y todos los empleados me saludaban muy
reverentes como a una famosa persona,
que desde siempre hubieran querido conocer, y yo también los saludaba con las
manos en alto, cuando de repente desde el interior de la institución oí que sonaban
los acordes de una gran orquesta de por lo menos 60 músicos, tocando una marcha
triunfal, entonces desde el balcón del edificio del CICCA, yo también bajé muy
emocionado a saludarme a mí mismo, porque era el nuevo presidente del Gobierno
Regional y al ver dos veces mi propia imagen, me sentí muy inquieto y hay nomás
me desperté. ¿Qué les parece? –preguntó a todos.
-¡Bien
extraño ese sueño señor Presidente! ¿Pero qué significa? –preguntó el Gerente
General.
–No
sé por eso los he llamado a todos para que me lo digan.
–¿Que
va estrenar ropa nueva quizás?
–¡No!
–¿Que
vamos a pintar el local del Gobierno Regional para que los nuevos que entren no
nos digan cochinos?
Y así cada uno fue dando su propio
parecer sobre aquella fantasía onírica. No faltó alguien que le dijo que se
cuide porque su abuelita antes de morir se vio a sí misma, haciendo tamales y
al día siguiente se murió intoxicada por sus propios tamales. Pero cuando le
llegó el turno a la que sabe todo acerca del presidente, esta le dijo:
–Señor
Presidente ese sueño significa que usted va a volver a ser el nuevo presidente
del Gobierno Regional.
–¡Claro
ese sueño significa que me van a reelegir!, que voy a volver a ser Presidente
del Gobierno Regional para el periodo 2015-2018.
Entonces todo el auditorio gritó entre
aplausos: ¡¡¡¡CLARO!!! ¡¡¡SÍ!!!
¡¡¡¡VIVA!!!!
Ante tamaño griterío, los humildes
empleados que cabizbajos sirven a todos los presidentes regionales, murmuraron
entre ellos sospechando que seguramente en la televisión de la oficina del
Presidente estaban pasando algún buen partido de futbol y seguro que el equipo
de su preferencia habrá metido un buen
gol.
–Después
de triunfar en las elecciones del 5 de octubre vamos a pintar el local institucional
y seguramente llegaré a retomar el cargo con una espectacular música de fondo,
porque a mí esta clase de sueños se me cumplen. ¡Si o si!
–Los
estamos citando para el día 15 en el auditorio del Hotel Alhambra para dar a
conocer esta buena nueva a todos los miembros del Movimiento Independiente y a
la ciudadanía en general.
No faltó algún palurdo que se atrevió a
preguntar:
–¿Señor
Presidente de dónde vamos a obtener los enormes recursos económicos que se
necesitan para su lanzamiento de su candidatura y sobre todo para la campaña
electoral?
–De
eso no se preocupen, pues para eso hemos trabajado inteligentemente. ¡Ustedes
solo deben lograr este objetivo con alma, corazón y vida!
Más
hurras y bravos retumbaron en el local institucional, porque seguramente se
estaban metiendo en la oficina del Presidente.
000ººº000
–¿Y
qué está pasando ahora que aquel sueño premonitorio, se ha convertido en un
sueño mortuorio?
–El
hombre no se ha dejado ver la cara para nada, pero menos mal porque debe
tenerla muy horrible. El estaba doscientos por ciento confiado de que iba a ser
reelegido porque había tenido ese sueño cojudo que se cumplió al revés. Pues en
vez de llegar nuevamente al Local del Gobierno Regional, más bien se estaba
despidiendo. Lo que pasó es que el huevón, ni siquiera sirve para interpretar
sus sueños, ya que la ropa sin terno era para que volviera a la chacra, lo de
la banda presidencial de derecha a izquierda era que todo le iba a salir al
revés, lo del local muy limpio y recién pintado era porque todos los cochinos
se iban a largar de ese lugar, y lo del edificio del CICCA que aun no existe
era de malagüero, porque cuando uno tiene un sueño premonitorio los hechos
deben ser muy reales y el escenario debe existir previamente.
–¿Tú
también crees en eso de los sueños premonitorios?
–La
verdad es que nunca he creído en nada, ni en Dios, pero con todos estos
presidentes que han pasado por el Gobierno Regional y a quienes sin querer he
debido servir, me he vuelto un poco supersticioso, porque todos esos imbéciles
creen en toda esa chifladura de chamanes, lectura de la suerte en la coca,
cartomancia, quiromancia y las demás supercherías populares.
–O
sea que mientras el pueblo cree que haciendo honor al billetón que se les paga,
los presidentes regionales están cabezones
resolviendo los problemas de la región y atendiendo las solicitudes, las
apelaciones, las reconsideraciones, las licitaciones, los concursos públicos,
etc., estos andan alucinando en sus asuntos
personales, y como dentro de su locura ni siquiera saben que les pasa por la
tutuma, se desconectan de la realidad hasta el extremo de convertirse en pasto
de los agoreros.
–Qué
más se puede esperar de gente que toda su vida ha vendido agujitas, gasitas,
hidromiel o aguardiente. ¡Nada más que eso que te cuento! Acaso conocen algo de
las más de dos mil normas legales que tiene la administración pública y que
ellos están obligados a hacer respetar. ¡Nica!
–Ni
están obligados, sino por qué todos acaban en la cárcel o en largos procesos
judiciales donde los pendejos que están metidos en la administración de
justicia los sablean hasta dejarlos más pelados que el poto de un mono.
–Ni
creas, no son tan cojudos, lo que entregan a los jueces y fiscales son solo
propinas. Porque a la hora de meter mano "muy inteligentemente" a
los recursos del Estado no paran hasta hacerse ricos para volver a candidatear
una y otra vez hasta que la vida se les acabe. ¡Bueno chau hermano, me estoy
yendo a una reunión urgente de mi partido!
–¿Ese
huevón ya está aquí?
–No
sé, ni me interesa. Yo estoy yendo a una reunión de mi verdadero partido
político porque en la segunda vuelta podemos voltear la tortilla y ser gobierno
regional. El Movimiento Independiente del huevas
tristes ya está muerto.
–¡Ja,
ja, ja,! Tú no tienes remedio, con razón me han dicho que has sido tránsfuga de
hasta Sendero Luminoso.
–Qué
voy a hacer, mientras este contratado debo seguir la raya de todos esos
rayados, pero si algún día me nombran, podré rascarme las bolas como el resto
de los empleados nombrados a la espera que el nuevo presidente regional nos
incentive con alguna bonificación mensual, para hacernos de la vista gorda de
todas las traferías que hacen sus gerentes, subgerentes y demás chupes.
–¡Algún
día todos los pendejos igual a ti, se irán a las cárcel!
–Ni
cagando, a la cárcel o los juzgados se van los grandes, los chiquitos
simplemente nos vamos a la calle, pero si no somos cojudos, seguimos chambeando
nomás.
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