viernes, 24 de octubre de 2014

ANOCHE TUVE UN SUEÑO

¿Un entremés, pero que es un entremés? Son aquellas pequeñas porciones de alimentos que se sirven durante las comidas o cenas para picar de ellas mientras se sirven los platos principales.
Antes de la segunda vuelta, aquí les dejo como entremés un hecho real llevado a la fantasía de un cuento, porque muchas veces lo real es tan brutalmente imaginario que parece una ficción.
ANOCHE TUVE UN SUEÑO
–Una mañana, muy temprano nos convocó a todos los funcionarios de confianza, y cuando se convenció que todos estábamos en la reunión, nos dijo con aquel extraño acento que suelen tener aquellos que nos quieren ofrecer la mejor noticia que hayamos recibido jamás.
–Anoche he tenido un sueño premonitorio. ¿Ustedes saben lo que es un sueño premonitorio? –preguntó a su siempre zalamero y muy sometido séquito.
–¿No es aquello que se sueña cuando alguien se va a morir? –preguntó el Gerente de Desarrollo Económico.
–¡No! Un sueño premonitorio es aquel que nos da un mensaje de algo que ocurrirá en el futuro.
–¿Y cuándo uno sabe que ha tenido  un sueño premonitorio? –preguntó el Presidente del Consejo Regional.
–Un sueño premonitorio es cuando uno es testigo, como si fuera en una película, de un evento que va a tener lugar en años, meses, días e incluso horas.
–Mire pues señor Presidente, qué casualidad a mi me pasan cosas parecidas, el año pasado soñé un día completo que estaba trabajando en el Gobierno Regional, y mire ahora dónde estoy. –Refirió la  Subgerenta de no se sabe qué, agregando. –¿Es algo muy curioso, no?
         “Con ese culisuelto podías estar dónde se te ocurra, sin necesidad de sueños premonitorios, ni que ocho cuartos”, pensó un arrecho malpensado.  
–Bueno la cosa es que anoche soñé que yo estaba parado sobre el edificio de 8 pisos que va a construir el CICCA, y desde el balcón de su tercer piso, veía cómo yo llegaba en una de las camionetas Jeep Cheroki del Noé Villavicencio que era mi chofer. Cuando se estacionó bajé del carro vestido sin terno, con una ropa normal nomás pero muy elegante y de los colores que a mí me gustan, y mi banda de Presidente me cruzaba al revés de lo que suelo usar, es decir de derecha a izquierda, y cuándo entraba al local del Gobierno Regional me di cuenta que todo estaba limpio y reluciente y todos los empleados me saludaban muy reverentes como a una  famosa persona, que desde siempre hubieran querido conocer, y yo también los saludaba con las manos en alto, cuando de repente desde el interior de la institución oí que sonaban los acordes de una gran orquesta de por lo menos 60 músicos, tocando una marcha triunfal, entonces desde el balcón del edificio del CICCA, yo también bajé muy emocionado a saludarme a mí mismo, porque era el nuevo presidente del Gobierno Regional y al ver dos veces mi propia imagen, me sentí muy inquieto y hay nomás me desperté. ¿Qué les parece? –preguntó a todos.
-¡Bien extraño ese sueño señor Presidente! ¿Pero qué significa? –preguntó el Gerente General.
–No sé por eso los he llamado a todos para que me lo digan.
–¿Que va estrenar ropa nueva quizás?
–¡No!
–¿Que vamos a pintar el local del Gobierno Regional para que los nuevos que entren no nos digan cochinos?
         Y así cada uno fue dando su propio parecer sobre aquella fantasía onírica. No faltó alguien que le dijo que se cuide porque su abuelita antes de morir se vio a sí misma, haciendo tamales y al día siguiente se murió intoxicada por sus propios tamales. Pero cuando le llegó el turno a la que sabe todo acerca del presidente, esta le dijo:
–Señor Presidente ese sueño significa que usted va a volver a ser el nuevo presidente del Gobierno Regional.
–¡Claro ese sueño significa que me van a reelegir!, que voy a volver a ser Presidente del Gobierno Regional para el periodo 2015-2018.
         Entonces todo el auditorio gritó entre aplausos: ¡¡¡¡CLARO!!! ¡¡¡SÍ!!! ¡¡¡¡VIVA!!!!
         Ante tamaño griterío, los humildes empleados que cabizbajos sirven a todos los presidentes regionales, murmuraron entre ellos sospechando que seguramente en la televisión de la oficina del Presidente estaban pasando algún buen partido de futbol y seguro que el equipo de su  preferencia habrá metido un buen gol.  
–Después de triunfar en las elecciones del 5 de octubre vamos a pintar el local institucional y seguramente llegaré a retomar el cargo con una espectacular música de fondo, porque a mí esta clase de sueños se me cumplen. ¡Si o si!
–Los estamos citando para el día 15 en el auditorio del Hotel Alhambra para dar a conocer esta buena nueva a todos los miembros del Movimiento Independiente y a la ciudadanía en general.
         No faltó algún palurdo que se atrevió a preguntar:
–¿Señor Presidente de dónde vamos a obtener los enormes recursos económicos que se necesitan para su lanzamiento de su candidatura y sobre todo para la campaña electoral?
–De eso no se preocupen, pues para eso hemos trabajado inteligentemente. ¡Ustedes solo deben lograr este objetivo con alma, corazón y vida!
         Más hurras y bravos retumbaron en el local institucional, porque seguramente se estaban metiendo en la oficina del Presidente.
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–¿Y qué está pasando ahora que aquel sueño premonitorio, se ha convertido en un sueño mortuorio?
–El hombre no se ha dejado ver la cara para nada, pero menos mal porque debe tenerla muy horrible. El estaba doscientos por ciento confiado de que iba a ser reelegido porque había tenido ese sueño cojudo que se cumplió al revés. Pues en vez de llegar nuevamente al Local del Gobierno Regional, más bien se estaba despidiendo. Lo que pasó es que el huevón, ni siquiera sirve para interpretar sus sueños, ya que la ropa sin terno era para que volviera a la chacra, lo de la banda presidencial de derecha a izquierda era que todo le iba a salir al revés, lo del local muy limpio y recién pintado era porque todos los cochinos se iban a largar de ese lugar, y lo del edificio del CICCA que aun no existe era de malagüero, porque cuando uno tiene un sueño premonitorio los hechos deben ser muy reales y el escenario debe existir previamente.
–¿Tú también crees en eso de los sueños premonitorios?
–La verdad es que nunca he creído en nada, ni en Dios, pero con todos estos presidentes que han pasado por el Gobierno Regional y a quienes sin querer he debido servir, me he vuelto un poco supersticioso, porque todos esos imbéciles creen en toda esa chifladura de chamanes, lectura de la suerte en la coca, cartomancia, quiromancia y las demás supercherías populares.
–O sea que mientras el pueblo cree que haciendo honor al billetón que se les paga, los presidentes regionales están cabezones resolviendo los problemas de la región y atendiendo las solicitudes, las apelaciones, las reconsideraciones, las licitaciones, los concursos públicos, etc.,  estos andan alucinando en sus asuntos personales, y como dentro de su locura ni siquiera saben que les pasa por la tutuma, se desconectan de la realidad hasta el extremo de convertirse en pasto de los agoreros.
–Qué más se puede esperar de gente que toda su vida ha vendido agujitas, gasitas, hidromiel o aguardiente. ¡Nada más que eso que te cuento! Acaso conocen algo de las más de dos mil normas legales que tiene la administración pública y que ellos están obligados a hacer respetar. ¡Nica!
–Ni están obligados, sino por qué todos acaban en la cárcel o en largos procesos judiciales donde los pendejos que están metidos en la administración de justicia los sablean hasta dejarlos más pelados que el poto de un mono.  
–Ni creas, no son tan cojudos, lo que entregan a los jueces y fiscales son solo propinas. Porque a la hora de meter mano "muy inteligentemente" a los recursos del Estado no paran hasta hacerse ricos para volver a candidatear una y otra vez hasta que la vida se les acabe. ¡Bueno chau hermano, me estoy yendo a una reunión urgente de mi partido!
–¿Ese huevón ya está aquí?
–No sé, ni me interesa. Yo estoy yendo a una reunión de mi verdadero partido político porque en la segunda vuelta podemos voltear la tortilla y ser gobierno regional. El Movimiento Independiente del huevas tristes ya está muerto.
–¡Ja, ja, ja,! Tú no tienes remedio, con razón me han dicho que has sido tránsfuga de hasta Sendero Luminoso.
–Qué voy a hacer, mientras este contratado debo seguir la raya de todos esos rayados, pero si algún día me nombran, podré rascarme las bolas como el resto de los empleados nombrados a la espera que el nuevo presidente regional nos incentive con alguna bonificación mensual, para hacernos de la vista gorda de todas las traferías que hacen sus gerentes, subgerentes y demás chupes.
–¡Algún día todos los pendejos igual a ti, se irán a las cárcel!
–Ni cagando, a la cárcel o los juzgados se van los grandes, los chiquitos simplemente nos vamos a la calle, pero si no somos cojudos, seguimos chambeando nomás.  
   


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