viernes, 8 de agosto de 2014

TU VOTO ES MI NEGOCIO: ¡QUE TAL RAZA!


        Tuve ocasión de sostener este diálogo:
–¡Bueno, tan calladito como eres habías resultado un político, porque vi tu nombre en uno de los graciosos diarios del pueblo.
–Si pues señor, me he comprometido con un buen profesional que aspira a ser alcalde de mi distrito – contestó el buen hombre.
–¿Y porque lista estás yendo? – le pregunté.
–¡Por la Lista del cucuruchu!  –me respondió bastante animado.
–Pero hablando francamente no le veo porvenir a esa lista.
–Ni crea señor, a nivel distrital las cosas son muy distintas, porque los electores votan por ti, y si en tu lista están personas con muchos parientes y amigos en el pueblo y varios simpatizantes en las comunidades, votarán por ti, sin importar en qué partido o movimiento regional estés metido.
-Eso es cierto en la realidad, pero a la hora de votar la cosa es distinta, porque ahí lo que importa es el candidato regional y una vez que dan su voto por uno de ellos, automáticamente marcan las mismas opciones para el Alcalde Provincial y el Alcalde Distrital, porque en la propaganda electoral de todos estos movimientos y partidos nos hacen creer que nuestro voto sólo será válido si se marcamos las tres opciones, cuando en realidad podemos votar como queramos tanto para Presidente Regional, Alcalde Provincial y Alcalde Distrital. A esa manera de engañar estos miserables le llaman “mi voto de arrastre”. 

MARCA ASI
–Si pues señor, hace mucha falta que el Jurado Nacional de Elecciones por la radio y la televisión enseñe a los electores a votar como se debe.
–Por eso es que te digo, que es muy importante andar metido en una lista que esté bien marketeada a nivel regional, y más tu campaña en el distrito, podrías tener la suerte de servir a tu pueblo.
–También en eso habíamos pensado con nuestro candidato a la alcaldía, y por eso nos fuimos a proponer nuestra participación en la Lista de la cocacola, pero nos dijeron que si queríamos participar en esa lista deberíamos pagar 30 mil soles “por esto, ….por esto y por aquello”. Cuando les dijimos que eso era una fortuna que jamás podríamos reunir, nos contestaron que eso no era gran cosa, porque los candidatos a las alcaldías provinciales habían aportado 100 mil soles cada uno, el vicepresidente 50 mil, los tres primeros Consejeros 30 mil y el cuarto 20 mil; entonces lo único que nos quedó fue despedirnos de aquel negocio.
–¡No te creo!, me estás mintiendo.
–No señor, porque cuando averigüé con otros candidatos que querían postular en esa y otras listas más o menos ranqueadas, me dijeron que todos cobran los mismos precios.
–¿Estás seguro? –le pregunte bastante confundido.
–¡Seguro pues señor! ¿O acaso no sabe dónde vive o qué es lo que está pasando en la región?
–Si pues, tienes mucha razón. Cualquier cosa puede pasar en estos tiempos.

       Inmediatamente después de despedirme, mi cabeza se convirtió en una máquina calculadora que me arrojó los siguientes resultados:
DISTRITOS
MONTO
SUBTOTAL
80
30.000.00
S/. 2’400,000.00
PROVINCIAS
MONTO
SUBTOTAL
7
100,000.00
S/. 700,000.00
CONSEJEROS
MONTO
SUBTOTAL
Vicepresidente
50,000.00
S/. 50,000.00
3 primeros
30,000.00
S/. 90,000.00
4to. Consejeros
20,000.00
S/. 20,000.00
TOTAL
S/. 3’260,000.00
¡Qué fácil! Armo un movimiento político regional, lo voy moviendo y exhibiendo permanentemente a través de pintas, entrevistas radiales, en la prensa y en la televisión, hasta que se vuelva conocido mi nombre, mi imagen  y el logo de mi movimiento ¡Claro lo importante es ser conocido.....no solo eso, conocidísimo! y cuando por fin logre situarme en el interés del electorado, monto el negocio de cobrar a los interesados el uso de mi franquicia[1] para que tengan el derecho de participar en mi movida electoral, y así, sin querer queriendo, me embolsillo los 3’260,000.00 nuevos soles.
 
        A tres meses de las elecciones gasto más o menos un millón de nuevos soles en pintas, repinto las anteriores, hago un poco de propaganda en la radio, los periódicos y la televisión para que los periodistas no rajen de ti, organizo algunos mítines y después de todo ese chongo, me quedan más de dos millones de soles de ganancia neta, libres de impuestos.
            Y eso no es todo, encima puedo tener la chance de ganar las elecciones y ser presidente regional por cuatro años, pero si no gano, me quedan los dos millones de soles para mis necesidades, y solo me quedaría esperar la próxima temporada electoral, para volver a ganar lo que me corresponde. ¡Esa son mis pilas!, ¡Esa es mi habilidad!
            Entonces recién me doy cuenta de todo, y obligatoriamente me hago las siguientes preguntas:
PREGUNTA: “¿Porqué estos movimientos políticos regionales no tienen vida institucional y porqué no se reúnen por lo menos una vez al año para realizar sus congresos y otras acciones partidarias más?”
RESPUESTA: Porque simplemente no existen en la realidad, si me postule con mi dinero por el movimiento de la cocacola o de la baticola, y gané la alcaldía de mi distrito o de mi provincia, no tengo porqué coordinar o estar sometido a la institucionalidad o disciplina de ese movimiento.
PREGUNTA: “¿Porqué algunos alcaldes han optado por la reelección precisamente en esos movimientos?
RESPUESTA: Porque tenían los 30 mil soles.
PREGUNTA: “¿Por qué en los diarios de nivel nacional o regional aparece las noticias de que tal o cual alcalde, regidor o candidato ha caído con grandes cantidades de pasta básica de cocaína o con la cocaína misma?”
RESPUESTA: Porque esos son los únicos que tienen dinero para pagar los cupos que piden estos movimientos. 
            O sea que algunos sinvergüenzas, si no son todos, están haciendo negocio con mi deber y mi derecho a votar, y lo hacen del modo más descarado posible como si ya supieran por quiénes vamos a votar.
¡OYE SI QUIERES QUE LOS COJUDOS DE TU PUEBLO VOTE POR TI, CORRE POR MI LISTA, PERO PÁGAME PRIMERO!



[1] La franquicia es la práctica de utilizar el modelo de negocios de otra persona. La franquicia es una palabra de derivación anglo-francesa - de Franc- se utiliza tanto como un sustantivo o como verbo (transitivo). El diccionario de la Real Academia Española lo define como una "concesión de derechos de explotación de un producto, actividad o nombre comercial, otorgada por una empresa a una o varias personas en una zona determinada".1
 
Una franquicia es un acuerdo entre el franquiciador o franquiciante y el destinatario o franquiciado por virtud del cual el primero cede al segundo la explotación de una franquicia.

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