Cuando al año de su pésima gestión Elías
Segovia Ruiz y sus socios al frente del Gobierno Regional de Apurímac, se
dieron cuenta que su errático quehacer había hecho agua, porque no cumplieron
con lo que habían prometido en su demagógica campaña electoral; lejos de
amararse los pantalones y cumplir con el anhelo de todos los pueblos apurimeños
de ver el mejoramiento real de sus carreteras, de sus escuelas y sistema
educativo, de sus servicios de salud y lograr que en la región exista empleo
público y privado para los cientos de profesionales que arrojan a la calle las
cuatro universidades y los numerosos centros de educación superior, se
limitaron a colocar ventajosamente a sus familiares y allegados en los puestos
de decisión del aparato administrativo de la Región, para hacer las cosas non sanctas que todos conocemos; se dieron
con alma, vida y corazón a la quimera de construir un teleférico para Choquequirao desde
Apurímac para atender un complejo arqueológico situado física y legalmente en
el Cusco y un aeropuerto
en Socllaccasa a casi 4,000
m.s.n.m. con una pista de 1,350 metros lineales.
Pese a que la
verdad de los hechos es que un avión comercial de pasajeros, sea un Boeing 737 americano, un Yakovlev Yak-42 ruso, un Fokker F28 holandés o un Airbus A-300 europeo, necesitan a esa altura de una pista de 4,500
metros, como es el caso del aeropuerto de Juliaca, situado a 3,850 m.s.n.m. que
cuenta con una pista asfaltada de 4,200 metros de largo por 45 de ancho,
Terminal de pasajeros de un piso con 1865.00 m2, Hall principal de 308.39 m2,
seis Counters, 568,70 m2 de Zona de Embarque y una Torre de Control de siete
pisos con 25 metros de altura. El resto son sonseras o “engaña muchachos”.
Pero ya nos
vemos atravesando el rio Apurímac en el teleférico de nadie, ni de Cusco ni
de Apurímac, porque va estar sobre un rio, cuyo cauce, riberas y fajas
marginales es patrimonio de la nación, pero para qué le va a servir a Apurímac
y a los apurimeños, ¡PARA NADA!. Y
cómo es eso:
- Porque los únicos que podrán visitar Choquequirao por el teleférico de nadie, serán los turistas que cuenten con un paquete ofrecido por una de las empresas que operan en el Cusco, con conexiones en Lima, New York, Londres, Paris, Roma, Tokio, Pekín, Moscú, etc., más no en otro sitio, porque el Complejo Arqueológico está en la Jurisdicción del Cusco.
- Porque este paquete turístico incluirá el viaje: Cusco-Huanipaca-Cusco. Suponiendo que el viaje empiece a las 6.00 de la mañana, viajando con calma los visitantes arribarán a Kiuñalla (Huanipaca) a más tardar a las 9.00 de la mañana y a las nueve y media empezará su visita al Santuario, que por no ser una inmensa ciudadela como Machupicchu, sino un centro ceremonial inca, es pequeño.
Con todos los paseos, las fotos, el almuerzo que será ofrecido en
las inmediaciones del lugar, máximo a las cuatro de la tarde acabará la visita.
Luego los turistas pasarán por el teleférico de nadie a este lado del río, verán de lejos el
pueblecito serrano de Kiuñalla, montarán en sus cómodos Custers, a las seis de
la tarde cruzando el puente de Cunyac dejarán Apurímac y a las ocho de la noche
estarán cenando en el Cusco, pasarán una noche en el hotel o donde les dé la
gana y al día siguiente alzarán vuelo a Lima o continuarán con su periplo inca
en los otros atractivos turísticos cusqueños.
- Los apurimeños que tengan dinero comprarán el paquete de visita local que consistirá en el pago de ida y vuelta al complejo por el teleférico de nadie (Mínimo US$100.00), más al almuerzo obligatorio (lo tomas o lo dejas) y los derechos por escuchar las fabulas de un monosabio guía turista que sabe todo lo que nadie sabe.
Más tarde, luego de quedar sin un cobre, tomarán su combi de la
muerte o su medio camión de pasajeros y acabarán mal humorados por unos días,
aunque más tarde contarán su aventura y desventura por el teleférico de nadie que ayudó
a montar un cacaseno Presidente Regional, para que por más de 20 años haga su
multimillonaria ganancia una empresa transnacional previamente “desplumada” en Lima, y cuando ese
armatoste quede obsoleto, pasará a dominio del Gobierno Regional de Cusco.
- Los comuneros de Kiuñalla verán a miles de gringos que no comen sus comiditas ni toman su chichita de jora, ni se alojan en sus casitas de barro porque ese alimento andino está prohibido ingerir en todas las guías turísticas del mundo por estar preparado, por las sucias manos de los indígenas de estas partes del tercer mundo, y dormir en sus casas sería para llenarse de todos los parásitos asesinos con que estos nativos andinos conviven desde hace miles de años.
Entonces quién
ganará con este invento:
1.
Los dueños del teleférico;
2.
La Dirección de Cultura del
Cusco;
3.
La Dirección Regional de
Turismo del Cusco;
4.
El Gobierno Regional de Cusco;
5.
Los hoteles del Cusco;
6.
Las empresas turísticas del
Cusco;
7.
Los transportistas del Cusco.
¿Y que ganará Apurímac?
1.
Toda la basura que dejen los
turistas en Choquequirao, Kiuñalla, Huanipaca y Curahuasi. ¿Para qué se
quedaría un turista en Abancay o en cualquier provincia de Apurímac?
2.
Todas las fotos que los
turistas le harán a los comuneros de Kiuñalla, a sus mujeres y a sus hijos para
dejar constancia que han estado en un pueblo de los descendientes de los incas,
que felizmente son salvajes y por eso no necesitan nada;
3.
Toda la contaminación
ambiental que dejarán los cientos de ómnibus, combis, autos y motos que
llegarán hasta Kiuñalla que será tan solamente el paradero temporal de estos
vehículos.
4. Toda la contaminación que producirá la quema del petróleo que necesitaran los poderosos generadores de electricidad, la maquinaria y todo el infernal ruido de las mismas,que debe mover el teleférico de nadie, que se instalara en Kiuñalla y no en la otra parte del río, porque ese es el lugar santo, inmaculado e intangible, en buena cuenta: ¡EL NEGOCIO!
4. Toda la contaminación que producirá la quema del petróleo que necesitaran los poderosos generadores de electricidad, la maquinaria y todo el infernal ruido de las mismas,que debe mover el teleférico de nadie, que se instalara en Kiuñalla y no en la otra parte del río, porque ese es el lugar santo, inmaculado e intangible, en buena cuenta: ¡EL NEGOCIO!
Si según
aparece del folder técnico del proyecto que se está licitando, el teleférico
de nadie cuesta tan solamente 125 millones de nuevos soles, porqué
Elías Segovia Ruíz en vez de devolver dineros al Tesoro Público cuatro veces
superiores a esa suma, no hizo nada para que ese famoso teleférico sea
construido con los dineros del Gobierno Regional de Apurímac y convertir esta
obra en una inversión pública cuyas multimillonarias ganancias podrían
servirnos para poner en valor todos los yacimientos arqueológicos quechuas,
chancas, cotabambas, yanahuaras, omasayos y aymaraes, todos los templos
coloniales y desarrollar el turismo regional que tanta falta nos hace o acaso
piensa que los turistas a van venir a ver nuestras caras. ¿Cómo puede este
señor, decir que porque trabajó con los dineros de todos los apurimeños, para
que se construya este armatoste para beneficiar a su futuro propietario privado
y a otra región: debemos reelegirlo.
Y por ultimo qué
ganará Elías Segovia Ruíz:
El billetón
que le regalará el dueño del teleférico, por haberle hecho el favor de perder
su tiempo y los dineros del Gobierno Regional de Apurímac (viajes, viáticos, entrevistas
televisivas, periódicos, propaganda, etc., etc.), que por más de 38 meses no
salieron de sus bolsillos, hasta lograr que la muy agradecida empresa monte el
multimillonario negocio del teleférico de nadie sobre el rio Apurímac.
Este chiste está
igual que el juicio internacional que los apristas de Alan García, los
oportunistas del Cholo Toledo y los enyucados izquierdistas de Ollanta Humala
supuestamente le ganaron a los chilenos: ¡La
pulpita para el Cusco y los huesos, la menudencia, la caca y el resto de la
basura para Apurímac! Eso es todo y nada más.
¡Se siente, se siente: ¡Elías Presidente!
Efectivamente Cusco es uno de los destinos turísticos del Perú y del mundo, viven de ello y por lo tanto saldrán beneficiados del proyecto. Lo ideal para Apurímac sería un circuito turístico propio. Blog
ResponderBorrarUn proyecto de esa magnitud trae consigo desarrollo para zona, tanto beneficios económicos y sociales. El mismo Teleférico será un atractivo turístico el cual se materializaría con la afluencia de mayor cantidad de visitantes. No todos los turistas vienen con paquetes hechos, y para ellos si les importa la “Chichita” de los pobladores que lo preparan. No pueden especular los precios del servicio (US$100 ¿?), si serán paquetes completos vendidos por Cusco por agencias X. Todos esos detalles o parámetros son establecidos en el Contrato de Concesión (si lo ignoran). Creo que hay desconocimiento o no hay una mayor visión de desarrollo, y solo se agita por los temas políticos o coyunturales. Tener visión es ver no 2 a 5 años, es prever unos 20, 30 o más años adelante. Para tener conocimiento sobre proyectos diríjanse a la página web de PROINVERSION y analicen alguno, por un ejemplo es el Teleférico de Kuelap que es uno muy parecido al de Choquequirao y analicen el porqué la población de Tingo María desean la implementación de ese proyecto.
ResponderBorrarhayyyyyyy negligencia politica y hambre de poder economico. No es por el desarrollo de aqui 20 o 30 o 40 años... es ver prioridades que se reflejaran a los 20 o 30 o 40 años... Mi estimado Edu... hay otras prioridades antes que estas locuras y exigidas a la fuerza para tan solo reelegirce... que lamentablemente no llegara ni al 3% de votantes para Elias...
ResponderBorrar