A partir del año 2002, en el que
empezaron a elegirse las autoridades regionales en todo el Perú, la evolución
de los electores en la Región Apurímac, ha variado en la siguiente medida:
- Elecciones Regionales del
2002: 196,196
- Elecciones Regionales del
2006: 209,610, se sumaron
13,414 nuevos electores, respecto del Padrón Electoral del año 2002.
- Elecciones Regionales del
2010: 244, 008, se
sumaron 34,398 nuevos electores, respecto del Padrón Electoral del año
2006.
- Elecciones Regionales del 2014: Este Padrón se cerrará el día 07 de junio del 2014, y que por razones de la migración que acarrea el boom minero que recorre la región, el incremento de la natalidad y otras circunstancias más, se calcula un número no menor de 300,000 electores hábiles para las elecciones regionales y municipales de este año, lo que significará que la población electoral apurimeña respecto de la nacional, será de un 2.3% con un crecimiento de un 1% en los últimos doce años
¿Quiénes son estos electores?, en su mayor parte, hasta un 62% es
población campesina, especialmente comuneros, el resto son electores residentes
habituales desde hace más de dos generaciones de las principales ciudades
capitales de las provincias, y los demás son pobladores que migraron
masivamente a las ciudades en los dramáticos tiempos de la violencia
político-social de los años 80’, y que siguen migrando copiosamente para
atender la educación de sus hijos, principalmente a las ciudades de Abancay,
Andahuaylas y últimamente a Tambobamba y Challhuahuacho en la provincia de
Cotabambas.
Muchos de estos electores, todavía recuerdan con gran dolor la condición
de colonos que tuvieron que sufrir en tiempos de las haciendas. Otros se duelen
que al momento de la repartija de las tierras expropiadas a las haciendas por
el proceso de Reforma Agraria, solo les haya tocado un pedacito, mientras que
los grupos de poder que funcionan dentro de la comunidad hayan acaparado a su
regalada gana las mejores tierras, que ahora el FORPRAP de modo delincuencial
esta titulando con el cuento de “Apurímac, región de propietarios”, como si las
Comunidades Campesinas no tuvieran derecho a seguir manteniendo la propiedad de
sus territorios comunales dentro de las condiciones señaladas por la
Constitución Política del Perú y la nueva ley de tierras.
Gran parte de estos electores, ha tenido que echar un “guato” a las puertas de sus viviendas
para huir de la ola criminal que por los dos bandos llegaban a la comunidad y
que jamás se enfrentaron en ninguna batalla que se recuerde, sino que entre
ambos y por separado masacraron a la población civil. Y que cuando llegaron a
la ciudades, nadie se ocupó ni compadeció de ellos, ni la iglesia, ni las ONGs
que ganaron mucho dinero con el cuento de la solidaridad con los desplazados
por la violencia subversiva, ni mucho menos el aparato estatal, pero sin
embargo a fuerza de trabajo y tesón sobrevivieron y ahora son los nuevos
vecinos de estas pujantes y crecidas nuevas ciudades, y también sus electores.
Una buena parte de estos ciudadanos que son los más, jamás han tenido
una ayuda de la administración pública apurimeña para culminar sus estudios
superiores o para hacerse profesionales, y luego de ese costoso esfuerzo
personal y familiar, pasar a ser los nuevos desocupados con "cartón bajo
el brazo", y si alguno que otro ha logrado conseguir una fuente de
ingresos económicos ha sido gracias a que debieron hacerse partidarios de uno
de los aspirantes a cacique que con mucha suerte ganó las elecciones y que
gracias a ello, y no sin luchar a brazo partido, hacerse de un empleo temporal,
y para seguir manteniéndolo seguir apuntando al candidato ganador de las
elecciones que se avecinan, sino quieren verse otra vez en la calle, "pateando
cilindros" y lo peor, con familia encima.
Qué
han hecho los Presidentes del Gobierno Regional por estos nuevos ciudadanos que
crecieron en más de 100,000 electores en los últimos doce años, y que de
acuerdo a la nueva realidad apurimeña necesitan principalmente trabajo, educación y mejores
condiciones de salud y movilidad: ¡NADA!
Pero sin embargo estos sinvergüenzas que montaron un cacicazgo sobre la
base de los recursos del Estado y aprovechando el aparato de la administración
pública regional, a la actualidad, como si se tratará de su feudo o de su chacrita, están montando sus artificios
electorales para seguir siendo los caciques de Apurímac, nos referimos a Luis
Barra, David Salazar y Elías Segovia. Todos estos ya tuvieron su oportunidad y
lejos de procurar el desarrollo y la prosperidad de los electores y sus
familias, montaron las mafias con la que se hacen los nuevos ricos en este Perú
que es uno de los países más corruptos del mundo.
Solo ellos se hicieron ricos sin trabajar en los doce últimos años. Y
como Barra no quiere que Salazar y Segovia se hagan más ricos que él, ni estos
dos últimos quieren lo mismo para los otros dos, ni mucho menos estos tres
quieren que un ex congresista aliado de los narcos se haga del poder regional
porque ya es millonario o, que algún desconocido desentierre su tapado, es que
postulan con toda la frescura del mundo, creyendo que el nuevo electorado es el
mismo colono de hacienda, el temeroso campesino huyendo de la guerra sucia, el
eterno chupe de todas las elecciones regionales y municipales o el inconsciente
elector que regala su voto a quien le da la gana, aun sabiendo que votar en
blanco o nulo, es mejor que votar por uno de estos desfachatados.
No, el nuevo electorado, es muy diferente. A estos hay que convencerlos
de que la riqueza que llegará a Apurímac por medio del Canon y las Regalías Mineras, no va a ser para los
caciques, no va a ser para su familia y allegados, sino para sus verdaderos
destinatarios: los electores apurimeños.
Si no va hacer así, mejor que ni se atrevan a pedir su voto, pues van a
perder soga y cabra, porque con su mal
proceder ya han escrito las páginas más negras de la historia apurimeña junto
con todos los ladrones profesionales que trabajan en el Gobierno Regional,
aunque para castigo de los buenos
apurimeños, estos malditos jamás irán a la cárcel, gracias al inoperante
aparato judicial y al inútil Ministerio Público que hasta la fecha ha socapado
a estos mafiosos.
El nuevo electorado es la fuerza moral del verdadero cambio que necesita
Apurímac. Jamás serán los candidatos, aunque griten a todo pulmón que ellos son
el cambio. Estos son los que aprovechándose del apoyo de los ingenuos
electores, a sus espaldas, contra su voluntad y hasta en sus propias narices se
hacen ricos y es por eso que ellos nunca cambiarán su fortuna de ser los
mandamases de la región por el bienestar
de los electores, porque para ellos, estos son sus desechables tontos útiles.
El electorado es el que cambia todo, incluso al Presidente del Perú,
porque ellos son la fuente de la historia misma. En estas elecciones regionales
dale valor a tu voto..... Siente la importancia de tu voto. Hazte valer, sino
no valdrás para ti, para tu familia, para tu comunidad, para tu ciudad, para tu
región ni para tu país.