Ad portas del año 2,015, y estando como está nuestro
Gobierno Regional, sin que se hayan iniciado o culminado obras de impacto
nacional, ni siquiera local. Ni se haya contribuido desde la administración
pública a mejorar el nivel de vida de la población apurimeña, sino que
inclusive, se ha pretendido engañar miserablemente a la ciudadanía haciendo pasar el
incremento del flujo monetario en la región por la disminución del índice de su
pobreza, o mostrar como una gran cosa una pista de 600 metros construida a una
altura de casi 4,000 m.s.n.m., como el Aeropuerto de la ciudad de Abancay, aun
sabiendo que todos conocemos que en muchas partes del país existen pistas de
aterrizaje más extensas construidas por el narcotráfico o, suponer que ya estamos
atravezando, rumbo a Choquequirao, en un imaginario teleférico. Nada de nada, solo
engaño, demagogía y corrupción por angas y por mangas y en nuestras propias narices.
Estos y otros problemas más, han dado lugar a una seria
preocupación e indignación social, que se ha visto reflejada en las últimas
elecciones regionales, donde el candidato a la reelección ha quedado en el quinto
lugar de las preferencias ciudadanas de un total de 11 aspirantes.
Para este 2,015, esperamos que desde la Presidencia de
la Región se imprima un sello que aliente a que las conductas se acerquen mucho
más al comportamiento que cabe esperar de los funcionarios y servidores
públicos y se alejen lo más posible del flagelo de la corrupción, que provoca
con toda razón, la indignación y el desencanto de los apurimeños sobre el
estado de derecho, el sistema democrático y la propia valía de la existencia del Gobierno Regional, desazón que en las postrimerías de siglo XX
dieron cabida al surgimiento de organizaciones violentistas que dejaron en
nuestra región más de 6,000 víctimas y muchos desaparecidos, así como la ruina
de nuestra siempre arruinada economía.
Dentro de la nueva administración regional,
necesitamos que quién gobierne por el mandato popular recibido, se rodee de
funcionarios con grandes referencias morales que todos podamos admirar,
principios éticos que sean fáciles de
reconocer, y de los buenos valores cívicos que todos anhelamos preservar y exhibir, de modo
que nos proporcionen ese gran impulso moral que propicie la profunda
regeneración de nuestra vida colectiva, pero sobretodo que sean capaces de afrontar, como un
objetivo irrenunciable, la titánica lucha que debemos hacerle a toda hora y en
todo momento y lugar a la maldita corrupción.
Debemos cortar de raíz y sin ningún
miramiento esta lacra y para eso la honestidad de los funcionarios y servidores
públicos que han de acompañar a esta nueva gestión, será el cimiento fundamental sobre el cual por fin podremos construir la
convivencia sana y limpia que todos
anhelamos y el desarrollo económico, social, cultural y humano que nos merecemos.
Los apurimeños necesitamos estar seguros de que el
dinero público, que es dinero de todos, se administre dentro de la legalidad
que exige la etica y las leyes, y que la responsabilidad pública de dirigir
nuestras instituciones no sea un pago político a los que oportunistamente participaron en una
campaña electoral, sino un merecimiento basado en el conocimiento, la
capacidad y los valores humanos, y que la función pública no sea un medio para enriquecerse, porque
eso, además de vergüenza ajena, da asco por ser el más execrable de los delitos,
además de empañar malamente nuestra reputación y buena imagen como región ante
el país y el mundo.
Solo combatiendo la corrupción podemos por fin lograr
que dentro de Apurímac funcione una sociedad democrática donde todos participemos y que consiga que sus hijos recuperen la confianza en las instituciones del Gobierno Regional, y
que además para sentirla como suyas, estas tengan la fuerza, vitalidad y
honestidad necesarias para brindar un servicio público de calidad y un gasto honesto de erario público.
De otro modo, no saldremos nunca del atraso y la
miseria en la que se halla sumida estas tierra desde la llegada de los españoles.
A continuación, a modo de reflexión, hago copia textual del pensamiento de
la escritora Ayn Rand, leamos:
“SOCIEDAD
CONDENADA
Cuando
adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no
producen nada;
cuando
compruebes que el dinero fluye hacia quienes trafican no con bienes, sino con
favores;
cuando percibas
que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias y no por el trabajo,
y que las leyes no nos protegen contra ellos, sino que, por el contrario, son
ellos los que están protegidos contra nosotros;
cuando repares
que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un
autosacrificio,
entonces podrás
afirmar, sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada."
¿TE GUSTA ROBAR? entonces........ |
¡A LA REJA! |